Antes de meter el PDF a la imprenta, en la última revisada que le di a los textos que formarían el contenido de mi libro “10 AÑOS DE ESCRIBIR COLUMNAS”, dediqué especial atención a los tres primeros temas los cuales me fueron publicados como columnas hace ya tiempo.

El orden de los tres primeros temas fueron muy apropósito porque en ellos hablo sobre cómo fue mi reencuentro con las letras por medio de la máquina de escribir ‘Remington’ la cual me fue heredada por mi padre días antes de morir.

Por ese motivo abro con el tema ‘En la Remington’, ya que también tiene que ver con el nacimiento de mi hija Sarita, pues por ese tiempo mientras ella aprendía a caminar, yo lo hacía tecleando la Remington a gran velocidad.

En el segundo tema “De la Remington a la computadora de escritorio” es un repaso de cuando anduve tocando puertas para que me dieran un espacio dónde publicar mis escritos, sin tener buenos resultados. Mi propósito era tener un espacio para aprender a escribir (escribiendo), así como para aprender a expresarme.

Después de muchos años de no haber estado en contacto con una computadora, era obvio que había perdido la práctica de escribir, sólo que la necesidad de retomar la escritura por medio de historias autobiográficas era más imperiosa que hacerle caso a los “no hay espacios”.

Me imagino a mí mismo en caricatura como un hombre cavernícola, con su taparrabos y un palo, con la barba crecida e ignorante de la civilización. Bueno, pues aun así con palo y taparrabos creo haberme animado a dar el primer paso para entrar por la puerta del mundo digital.

Porque hasta eso, no sabía ni qué era una red social. Como dice mi madre: “¿Pues dónde andabas, Ricardo?” y como también se comenta por ahí: “No estaba muerto, andaba de parranda”.

Todo parece indicar que así es, sólo que yo siempre he dicho y afirmado: “Andaba conociendo el mundo”.

El tema número tres “Un estilo para mi columna”, se trata de cuando me encontraba en la situación de qué debería escribir, y cómo tenía que hacerlo; es decir, con qué estilo.

Empecé escribiendo historias autobiográficas, por eso consideré que, leyendo novelas, cuentos e historias, podía echar mano de ahí para encontrar mi propio estilo. Aunque creo que esta parte que les voy a contar a continuación la menciono en el tema ‘En la Remington’.

Luego de haber leído la novela ‘La tía Julia y el escribidor’, de Mario Vargas Llosa, es cuando me inspiro para arrancarme a escribir en el estilo que ahora lo hago.

La forma en que el escritor cuenta la historia me parece atractiva, y lo fue desde entonces de cuando yo era un estudiante universitario. Por eso no tengo la menor duda de que es interesante escribir historias autobiográficas.

Del cuarto tema en adelante ya son escritos que he publicado recientemente, en donde me abro a otros escenarios, como los comentarios que hago sobre el filósofo mexicano Mauricio Beuchot; sobre el filósofo Karl Popper, o del filósofo e historiador Heleno Saña.

De esto último que les cuento, el propósito es dar a conocer quiénes fueron esos hombres tan importantes y qué libros han escrito. Por supuesto que quienes los conocen saben perfectamente que son y han llegado a ser grandes pensadores de nuestro tiempo.

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Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.