La felicidad se construye
El lunes tres de febrero se hicieron las primeras grabaciones (4 programas) de ¡Hablemos de Felicidad! Convocados por Jorge Arévalo, un grupo de ciudadanos, aceptamos ser partícipes en esta aventura comunicativa. Se difundirá en un canal de Youtube un programa por semana: se busca, en principio, que cada uno exprese sus ideas y opiniones sobre temas de actualidad.
Hace tiempo, junto con Lulú Ramírez e Itxchel Moreno, participe en otro proyecto de televisión con Jorge Arévalo. Se llamó “Verdad Absoluta” y la temática, en aquel entonces, era estrictamente política y sobre la problemática social. Fue una experiencia corta, muy breve, si acaso 3 programas.
Jorge vuelve a las andadas con “Hablemos de felicidad”. Hoy se grabaron 4 programas, con grupos de 4; el moderador, casi en posición de entrevistador, es Jorge. Que explica, describe y plantea preguntas a cada uno, o una, de los participantes.
El primer tema, mensual, fue el de la felicidad. En lo particular, un día antes de grabar el programa, hice a mis contactos del Facebook dos preguntas sobre el tema: ¿qué es para ustedes la felicidad? ¿Cómo se puede medir? Y las respuestas son sorprendentes: que no es duradera, que no se puede medir, que va en relación con la actitud, incluso con las ideas y hasta con la religión.
Estoy convencido de que la felicidad se construye y que el dinero, ayuda, pero no es determinante. Recuerdo que un día le pregunte a una exalumna de El Roble: ¿tus papas son felices? Sí, me contesto, no se preocupan de nada, viven al día, sin lujos, satisfacen sus necesidades para vivir.
Construí, por ejemplo, momentos de felicidad de mi suegro José García Baldazo (+) organizando sus fiestas de cumpleaños. Lo vi feliz, días antes del festejo, recorriendo los distintos ejidos de la zona de Santa Engracia, de Guemez y hasta de Victoria, para invitar a sus amigos. Y el día de la fiesta, su felicidad se desbordaba con salud y conversar con cada uno de los asistentes. Su felicidad se contagiaba.
Año tras año festejamos el cumple de mama, en su casa. Y el año pasado Rosa Velia se propuse hacer un festejo más grande: invitar a más familiares, a sus amigas vecinas en un local de fiestas, hasta con fara fara. Disfruto el momento que, vaya pues, hasta se animó a pedir una canción: “Sentencia de amor”.
Cuando presente mi examen de grado (Doctor en Periodismo y Comunicación) en Santiago de Compostela, llore de felicidad al iniciar la réplica a los integrantes del Jurado: les dije, estoy emocionado, perseguí, luche, en momentos me sentí frustrado por no estudiar un doctorado, y ahora estoy aquí, con ustedes, de 34 que iniciamos el proyecto, soy el primero en estar frente a ustedes… sin tener una formación inicial en comunicación: hable, hable y hable 50 minutos. Al final, aturdido, ni escuche el veredicto… aprobado con calificación “Sobresaliente Cum Laude”.
La felicidad tiene muchas aristas. Nuestro origen, las condiciones familiares, nuestra formación profesional, nuestros prejuicios e incluso hasta el sentimiento religioso que poseemos. Y claro, la felicidad deriva, sin la menor duda, de los placeres que podemos disfrutar.
Podemos ser felices cuando disfrutamos, por ejemplo, a la familia, sobre todo en las reuniones sociales, cuando disfrutamos de una excelente comida o platillo, por su sabor; cuando viajamos y conocemos lugares históricos, otras culturas; cuando conversamos con alguien que, por decir, admiramos por ser un referente en la vida, o simplemente porque le profesamos una estimación o afecto; o cuando leemos un libro, escuchamos una canción o leemos una poesía.
La vida cotidiana está compuesta de momentos felices y de momentos no felices; la cuestión es, en este caso, la actitud que se toma, que debe ser positivo, no negativo; actitud que nos desgaste menos en términos emocionales. Es una decisión personal la que, al final, nos puede conducir a la felicidad. Esa fue una respuesta repetida en mi muro. Una de ella fue de Brenda Anahí Hernández, una exalumna:
“Yo creo que la felicidad es una decisión. Una forma de interpretar la vida. No estoy segura que se pueda medir, pero uno se da cuenta que es feliz cuando puede agradecer y responder la alegría y la paz en cada circunstancia en que se encuentra”.
En ¡Hablemos de felicidad! Conducidos por Jorge Arévalo participamos: Sandra Lorena Aguilar, Lulú Ramírez, Ely Pérez Duque, Edgar de Haro, Héctor Briones, Eder Rodríguez, Luis Lauro Hernández Romero, Alejandro Gaytan, Alejandro Shawer, Carlos Aparicio y Melitón Guevara.
5, 4, 3, 2, 1 “Comenzamos”.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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