Mi madre es una mujer menudita, de carácter agradable, tiene cabello corto, a comparación de cuando llegó de Veracruz hace ya muchos años. De joven conservó su cabello largo hasta la cintura. Alcanzo a recordar una fotografía de ella de cuando la acompañé a visitar a mi abuela Petra (QPD). Mi madre se encuentra posando para la foto, una mano la tiene en la cintura, mientras la otra la tiene suelta, pero firme. Trae un vestido azul cielo, su cabello largo y negro la hace ver una mujer joven, de piel aperlada; su sonrisa apenas es perceptible.

Recién llegamos a la casa de mi abuela, mi madre preguntó: “¿Quién vive?” Enseguida la cuestioné: “¿Por qué pregunta quién vive?”, “¿pues no es aquí donde vive mi abuela Petra?”. Ella respondió: “Así se pregunta aquí, en mi tierra”.

Desde hace ya tiempo he visto que mi madre se duerme hasta muy noche, lo que me sorprende no es eso, sino que es capaz de levantarse todos los días bien temprano. Existen razones para ello. Una de sus explicaciones ha sido que de dormirse temprano le da por despertarse por la madrugada y ya no se vuelve a dormir, por eso prefiere hacerlo hasta muy noche, ya cuando el sueño le vence.

A su edad, todo parece indicar que es una mujer administradora de sus tiempos, de sus espacios, hasta de lo que come. Esa manera de administrar su vida es por experiencia, porque así interpreta la vida.

En ocasiones observo lo que hace. Por ejemplo, si hay una fruta, por decir un mango, estoy seguro de que logro adivinar qué cantidad del mango se va a comer, y cuánto va a guardar.

Mi madre es una mujer que piensa a futuro. Ha cuidado generaciones de niños, como lo es el caso de nosotros, sus hijos, después cuidó a los hijos de mis hermanas, de los míos, de mis hermanos. Siempre le he dicho que ella ya tiene un lugar en el cielo.

Desde que estudiaba yo en el Kínder, me he sentido orgulloso que ella fuera por mí. Es una gran mujer. A pesar de solo contar con secundaria, mi madre me incursionó en la literatura. Por ella conozco algunos libros de los escritores Stephen King y Mark Twain. Durante varios años escribió cartas; mi madre fue una gran escritora.

¡Hasta pronto!

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.