¡Hola amigos! Desde este espacio les mando un caluroso abrazo. Hoy quiero compartir con ustedes la emoción que siento al haber colaborado muy de cerca para la creación de dos libros, pero no son dos libros propiamente, sino dos grandes historias que me han afectado positivamente para poder realizarme como persona, para sentir que he aportado mi granito de arena para que mis amigos puedan sentir esa felicidad que se siente cuando uno escribe un libro por primera vez.

En lo personal me siento contento por haber contribuido a tan noble causa, porque las satisfacciones son muchas, quisiera explicarles con palabras la emoción que siento en este momento en que redacto estas líneas, aunque creo que es mejor decirles que he visto un cambio muy significativo en la vida de estas dos personas con quienes he colaborado para la realización de sus historias.

Todavía hay algo de más valor, porque tal parece que la historia cobra vida fuera del libro y no propiamente en las páginas. Yo que aún sigo conviviendo con ellos (los autores de los libros) veo una alegría que contagia, una especie de felicidad que no logro comprender en toda su dimensión y eso quizá se pueda deber a que no tengo la misma edad que ellos quienes ya rebasan los setenta.

Me siento orgulloso de ellos, porque a su edad estoy seguro de que han llegado a descubrir otra parte de su ser, esa parte intelectual la cual se ha visto materializada a través de un libro.

Mi idea fue siempre firme, porque sabía que ellos podían hacerlo, porque tenían actitud para hacerlo, de eso nunca lo dudé.

Y sé también que pueden hacer mucho más o que pueden llegar aún más lejos si se lo proponen.

Creo haber cumplido con una misión que yo mismo me propuse hacer en la vida, que es la de ayudar a que la gente sea mejor y, de paso, a seguir evolucionando.

La palabra EVOLUCIÓN adquiere mucho sentido cuando se trata de ayudar a que las personas sean mejores en su vida y en la vida. Por eso cuando escribo trato de que sea una información que le pueda ser útil para quien lee, pues nada nos cuesta compartir experiencias de vida, nada nos cuesta orientar, asesorar o guiar a que alguien sepa dónde está el camino. Si vamos a escribir hagámoslo con un buen propósito. ¡Hasta pronto!

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.