Enseñarnos a expresar por escrito nuestras ideas es lo mejor que podemos hacer, porque vas a enseñarte a escribir de forma ordenada y estructurada. Para ello es necesario ejercitarse constantemente hasta que lleguemos a un nivel de aprendizaje donde podamos escribir sin tanto esfuerzo; para aprender a hacerlo correctamente se requiere de un proceso, de ir pasando por diferentes etapas en la medida que se estudia y se practica.

Lo más probable es que para poder pasar de una etapa a otra se tenga que pasar buen tiempo en lo que se va avanzando. Lo importante en este caso es que comiences a escribir tus ideas, que te decidas a expresar lo que piensas.

¿Te acuerdas del libro “El Diario de Ana Frank”?

Si no has tenido la oportunidad de leerlo te recomiendo que lo leas cuanto antes. Lo que te puedo decir es que, si esa adolescente no hubiera expresado sus sentimientos, o su forma de ver el mundo, lo más probable es que faltaría por explicar una parte de la historia sobre lo que pasó por la mente de los adolescentes durante la Segunda Guerra Mundial. A través de los ojos de Ana pudimos ver lo que sucedía en su entorno; por medio del pensamiento de ella pudimos meternos en el interior de su mente, nosotros también sufrimos junto a ella, nosotros también lloramos junto a ella, o, mejor dicho: derramamos lágrimas sobre las páginas del libro.

Hace tiempo me encontré en la calle un cuaderno de tamaño profesional, en cuanto lo hojeé me di cuenta de que era de una estudiante de secundaria, imagino que a falta de un diario se puso a escribir sus sentimientos en el cuaderno a rayas. Las palabras escritas estaban dirigidas a un galán quien al parecer no estaba interesado en la autora del “diario”. Todo parecía indicar que la chica sufría mucho, era ese el motivo por el cual prefirió escribir esas palabras que significan mucho cuando uno está enamorado y mal correspondido: “es que tú no te fijas en mí”, “yo sé que no significo nada”, “pero si tu no existieras tal vez yo tampoco hubiera nacido”, “lo eres todo para mí aunque yo no lo sea para ti”, “has llegado a ocupar toda mi mente”, “te quiero en la distancia”.

Soy de la idea de que para enseñarte a escribir correctamente no hay como hacerlo por medio de un libro; es decir, si tan sólo te metes en la mente que vas a escribir un libro te aseguro que te vas a ver en el apuro de escribir lo más claramente posible, vas a tener que apoyarte en el diccionario para saber si la palabra que escribiste es la correcta, vas a aprender a estructurar el texto. En resumen: vas a adquirir mucho conocimiento.

Por eso soy de la idea de que es mejor que pienses en grande, aprende a equivocarte, aprende a expresarte.

Pues en la medida que lo vayas haciendo te irás enseñando a ser más profesional. Como dijo un maestro de investigación académica: “comiencen a investigar sobre el tema que ya conocen, sobre lo que ya tienen experiencia”.

Si estás estudiando psicología: escribe tu opinión sobre psicología; si estás estudiando Derecho, escribe sobre lo que opinas del Derecho. Dijo el maestro de investigación: “Si pasaste por un divorcio, pues has tu investigación sobre el divorcio”.

Sólo recuerda una cosa: si no aprendes a equivocarte te vas a quedar estancado. Para saber expresarnos es necesario que nos pongamos a escribir, ¡pero ya!

BIOGRAFÍAS

Annelies Marie Frank, conocida en español como Ana Frank (Fráncfort del Meno, 12 de junio de 1929-Bergen-Belsen, c. febrero o marzo de 1945), fue una niña alemana con ascendencia judía, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición de su diario íntimo, donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los nazis en Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Frank

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.