A finales de los años 80´s mi familia y yo llegamos muy contentos a Ciudad Victoria, Tamaulipas. Recuerdo que en Ciudad Mante estaba un camión de mudanzas, junto a él mi madre y mis hermanos. Antes de partir le pedí permiso a mi madre para despedirme de unos amiguitos del kínder donde estudié por espacio de un año. El Kínder fue una escuelita donde jugué mucho. En la parte de atrás había un patio grande el cual estaba cubierto de pasto verde. Todavía conservo fresco el recuerdo de cuando una de las maestras nos dijo al comenzar la clase: “Niños, pongan mucha atención porque les voy a contar un cuento y quiero que cierren los ojitos; van a recostar la cabeza sobre sus bracitos cruzados…”.

Entonces me acomodé sobre la mesita y comencé a soñar-imaginar en el árbol que estaba a la orilla de un río cuyas aguas en movimiento susurraban una hermosa melodía.

Cuando entré al primer año de escuela primaria aquí en Ciudad Victoria, me volví un niño rebelde, no puedo asegurar las razones que me llevaron a serlo, pero puedo pensar que fue porque llegué a extrañar las enseñanzas de mis maestras de Kínder quienes nos contaban cuentos todos los días de estudio, aparte nos hablaban con mucha ternura.

Debido a mi rebeldía tuve bajas calificaciones durante el primer año, tanto así que por poco me expulsan de la escuela, porque no quería estudiar y me la pasaba distrayendo a los compañeritos. Mi madre tomó una decisión acertada, se contactó con un señor quien era director técnico de un equipo de futbol infantil, por lo que no tardé mucho en jugar en una canchita muy famosa en aquel tiempo la cual estaba ubicada en el estadio Marte R. Gómez. A partir de ese momento empezó a gustarme el estudio y ahora le llevaba puras felicitaciones a mi madre.

Por esa época de los 80´s fui conociendo la ciudad al recorrer a pie sus calles principales. Varias fueron las ocasiones en que mi madre me llevó caminando por la calle Carrera Torres, desde el estadio en dirección a la central de autobuses.

No fue extraño que posteriormente me viniera caminando con algunos amigos del equipo de futbol. Recuerdo a la “pajarita”, mi mejor amigo quien me cuidaba mucho por ser mayor que yo. Nos habíamos identificado porque parecíamos cortados con la misma tijera: nos reíamos por todo y a cada rato.  

En aquel tiempo había camiones de pasajeros que la gente los identificaba como: camión azul, camión café, camión rojo.

De la misma manera se les identificaba a las escuelas donde estudié la primaria: la escuela “verde”; la escuela “azul”. Yo estudié en la escuela verde por un periodo de seis años, los suficientes como para poder entrar a la secundaria, una escuela que sigue estando cerca del estadio. En la secundaria conviví durante mucho tiempo con mi compañera María, ella me enseñó a apreciar la ciudad, pues en lugar de tomar el camión escolar para que nos llevara a la casa, María me decía: “Vámonos caminando, te voy a enseñar unas casas que están muy bonitas”.

Hubo un momento en que mis padres estaban preocupados porque tenían que decidir si nos quedábamos en Ciudad Victoria o no íbamos a Tampico para siempre. Mi padre tomó la decisión: “Nos quedamos aquí, en Ciudad Victoria”.

Ha sido una gran satisfacción haber llegado a esta ciudad donde la gente nos cobijó con su amistad; en esta ciudad realicé todos mis estudios, desde la primaria hasta la Universidad. Mis hijos son victorenses de corazón.

BIOGRAFÍAS

Carlos Guillermo Morris Torre nació el 8 de julio de 1983 en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Es contador público. Cuenta con maestría en Administración y Finanzas. Ha ocupado cargos públicos importantes como el de Coordinador “Jóvenes con Rodolfo”, campañas 2009 y 2010. Subsecretario de Administración y Finanzas del CDE 2011-2012. Secretario de Participación Ciudadana del CDE PRI 2012-2014. Presidente del PRI Victoria 2014-2016. Diputado suplente, 62 Legislatura. Diputado Local por Mayoría, 63 Legislatura, 2016-2019.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.