¡Hola!, nuevamente es un gusto poder saludarte a través de estas líneas. Hoy quiero platicar contigo sobre ciertas recomendaciones para que las consideres -si estás de acuerdo- al escribir tu historia autobiográfica. Es muy común que cuando hemos comenzado a escribir el desarrollo de la historia pensemos en usar palabras que comúnmente no empleamos, según esto para no vernos de poco vocabulario, o para hacer creer a la gente que tenemos un vasto acervo cultural.

Lo que te voy a sugerir no es que yo lo haya inventado o que sea un erudito en la materia, por favor presta atención a lo que recomiendan algunos autores de redacción: “escribir con naturalidad”; es decir, que seas tú mismo, que seas original; que en la medida en que vas narrando no te detengas a buscar en el diccionario una palabra que no acostumbras a usar. Lo que puedes hacer es que emplees otra palabra, sin que por ello se pierda el sentido de lo que intentas expresar.

Si vas a escribir tu historia no hay como que la cuentes tal como lo harías con tus amigos, o en una charla, sin caer en la soberbia. Más adelante, una vez que hayas terminado de escribir un capítulo y tengas una duda, por supuesto que es válido que consultes los libros de gramática o redacción, ya que los mismos autores aconsejan que se haga esta práctica en caso de dudas.

Por otro lado, si vas a preguntarle a alguien que te haga una crítica u observación sobre tu trabajo literario, ten mucho cuidado con ese alguien, porque habrá quienes te digan: “te voy a hacer una crítica constructiva”, sólo que resulta que lo que fuiste a buscar (o encontrar), ¡fue una crítica destructiva!

Ten presente lo siguiente:

si lo que necesitas es motivación, entonces tienes que leer a escritores motivacionales; si lo que necesitas es aprender a escribir correctamente, entonces lee a expertos en la materia.

¿Qué es lo que pretendo decir con ello?

Bueno, si eres observador te habrás dado cuenta de que los libros motivacionales fueron escritos de forma muy diferente a las novelas o cuentos que han sido escritos por destacados hombres de letras. En el caso de los libros de motivación -y ésta es una percepción personal- lo que importa es el mensaje, que lo que estás leyendo te vaya moviendo las emociones: ¡SÍ SE PUEDE!, ¡TÚ ERES LO MÁXIMO!, SI DE TODOS MODOS VAS A PENSAR, PIENSA EN GRANDE.

El propósito de leer un libro motivacional es que encuentres ideas funcionales para tu vida, para que hagas posible lo que hasta ese momento has considerado como imposible.

Ahora, en este tipo de libros podrás encontrar repetición de palabras e ideas, pues están diseñados (los libros) de acuerdo con ciertos fines de persuasión para motivarte a emprender la ACCIÓN.

En cambio, si lees un libro de cuentos (me gustan, por ejemplo, los que escribió Juan Rulfo) verás que están escritos con un alto nivel en el dominio del lenguaje; el propósito en este caso es hacer arte, es la expresión de la belleza por medio de las palabras.

Lo que quiero decirte es que si te has decido a escribir tu historia autobiográfica sencillamente ponte a escribirla, diviértete, gózala, te estás dando la oportunidad de recrear lo que un día viviste. Porque si en lugar de concentrarte en la historia te vas a preocupar por el qué dirán, o porque reconoces que no tienes el mínimo talento para escribir como Juan Rulfo, te aseguro que no vas a avanzar mucho, y créeme, tu historia vale oro, tanto como tú.

Ese es el primer paso:

ESCRIBE CON NATURALIDAD Y DESPREOCÚPATE POR EL QUÉ DIRÁN.

Motívate constantemente a escribir tu historia. Una vez terminada muéstrala al mundo, publícala, recomiéndala de ser necesario, ahora sí que la gente diga lo que quiera, abre tu mente, abre tu corazón y comparte tu experiencia. ¡Hasta pronto!

Escribe tu historia autobiográfica. Asesorías. Relaciones Públicas. Telcel: 834-274-37-00. Correo electrónico: saritahdz73@hotmail.com

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.