En las pláticas de café he conocido personas a quienes no hay necesidad de echarles mucho rollo para que se convenzan de la importancia de escribir una historia autobiográfica, es más, hasta comienzan a hablar con lujo de detalles de cómo se fueron dando esas experiencias. Cuando sucede ese momento te das cuenta de que esa persona -hombre o mujer- tiene la historia en la punta de la lengua, es el instante apropiado para hacerles la propuesta de escribir un libro.

En cambio, hay otras personas a las que se le tiene que hacer labor de convencimiento, y en ocasiones ni llevándole las pruebas se deciden. Pero no importa, es cuestión de tiempo; aparte de lo que se trata es que de boca en boca la gente sepa quién eres tú y a qué te dedicas.

Por cierto, ¿a qué nos dedicamos?

Bueno, cuando se trata de ir en busca de personas que pudieran tener algo qué contar de su vida, digamos que nos convertimos en unos “cazadores de historias”, porque las personas son dueñas de sus propias historias autobiográficas, pero que nosotros las vamos a apoyar para escribir, ya que no todas tienen la facilidad de poder hacerlo; y me refiero específicamente a los adultos que tienen de cincuenta años para arriba.

Hace un par de días conversé en el café con un señor a quien le hice la invitación de escribir su historia lo cual le ha parecido interesante, incluso a mí me parece atractivo el tema, porque tiene que ver con Hotelería y Turismo, hoteles y demás. 

El señor dijo: “Si no fuera por una idea que se me ocurrió, el hotel no existiría”. Enseguida comentó: “Me gusta el título ´ASÍ FUE´, porque fue así cómo surgió la idea de construir el hotel”.

Hablamos del tiempo en que podemos trabajar, sobre las horas para sesionar, los días, las semanas, los meses, del lugar apropiado, hasta del costo.

Cuando la persona está interesada en hacer todo este tipo de preguntas, es porque está programándose para animarse a escribir su historia tarde o temprano. En este caso, es necesario que tengamos a la mano toda la información con respecto a costos, diseño e impresión, para que la persona tenga una idea redonda de lo que cuesta escribir una historia, la inversión que se tiene que hacer.

Pensando en todos esos detalles, por eso es necesario informarles sobre la importancia de la programación, porque para escribir una historia necesariamente debe existir un proceso, una inversión, tiempo y costos.

Lo que resulta es un maravilloso libro, es un libro en donde quedaron plasmadas las ideas, las experiencias de vida, aquello que nadie nunca supo de cómo o por qué surgió tal o cual empresa; lo que nadie sabía del nombre o marca de la compañía; de cómo conoció mi madre a mi papá; del cómo fue que las medias hermanas se conocieron, etc., etc.

Le dije a un cliente: “Después de la publicación los efectos son impredecibles; lo único cierto es nadie de su familia y amigos se pudo llegar a imaginar que usted fuera el autor de su propio libro”.

Si tienes una historia que contar posiblemente algún día llegue tocar a tu puerta. ¡Hasta pronto!

Relaciones Públicas. Telcel 834-274-37-00. Correo electrónico: saritahdz73@hotmail.com

Escribe un libro autobiográfico.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.