Mientras tú narras yo escribo
No dudo que haya muchas personas a las que se les ha hecho imposible escribir su historia, como no dudo también que nunca se hayan acercado a alguien para que les ayuden a escribir sus vivencias. En este proceso de imaginar-hablar-escuchar-escribir suceden muchas cosas interesantes, porque el que habla está recreando con su imaginación lo que sucedió en determinado momento de su vida, y al que escribe también le toca recrear (en parte) e interpretar lo que ese alguien le está dictando, de tal manera que entre los dos (narrador y escritor) se funden en una sola persona, que es el que finalmente termina escribiendo la historia.
¿No creen ustedes que es algo maravilloso?
Es un trabajo en equipo que requiere seriedad, concentración, tiempo, empatía, incluso una buena relación de amistad. No me imagino estar escribiendo una historia para alguien que me cae mal o viceversa, porque no sería lo mismo, tal vez perdería la concentración y con posibilidades de estar escribiendo palabras que no me fueron dictadas.
Por eso es muy importante que se lleven a cabo reuniones de café, antes de comenzar a realizar el trabajo de escribir la historia, en este caso una historia autobiográfica.
Para el que escribe debe estar atento a cualquier mínimo detalle: antes, durante y después. Sus sentidos deben de estar alertas, ya que en el momento de estar recepcionando y capturando la información son breves instantes en que muchas de las veces no se puede repetir lo que ya se dijo, porque el que se encuentra recreando la historia va hablando conforme va imaginando, en otras palabras: se encuentra poseído o en trance.
Por ese y por otros motivos más es importante ser una persona seria, responsable, con espíritu de un buen escritor, ya que el autor de la historia ha depositado la confianza en ti para que le ayudes a escribir tal y como la está narrando.
Este trabajo intelectual es interesante y divertido, por medio del cual se pueden llegar a desarrollar habilidades de comunicación. Por otro lado, ¿se imaginan ustedes a una nueva generación de autores de libros? Cambio la pregunta: ¿cuántos autores de historias autobiográficas no habrá por ahí escondidos? Tan sólo yo me he atrevido a descubrir dos personas, entre ellas se encuentra el Presbítero Carlos Trueba y a don Francisco Pérez quienes actualmente son autores de sus propios libros.
En lo personal me gustaría ir todavía más allá, tengo pensado en buscar personas con historias que las han dejado marcadas en sus vidas, sé que no es fácil, pero sería una buena oportunidad. Para mí porque sería un tema con un mensaje positivo, para el lector sería una oportunidad para reflexionar, para el autor porque estaría compartiendo una experiencia humana, en la que cualquiera podría estar expuesto.
Ahora, ¿quién te puede impedir que te atrevas a contar tu propia historia?
Como podrás ver, el único obstáculo que existe para ser autor de un libro es el límite que tú te pongas al pensar que nunca podrás tener uno si no lo escribes. ¡Abre tu mente!, ¡abre tu corazón y déjate llevar por la pasión de contar tu propia historia! ¡Hasta pronto!
*Nos vemos mañana sábado en el Pedregal, 16 Rosales. Inauguración del curso “Historias autobiográficas”. De 10 a 12 am.
*En el DICAM del Pedregal SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN. DIVERSIÓN Y COMPAÑÍA PARA ADULTOS MAYORES.
*Restaurante EL COLIBRÍ. DESAYUNOS Y ESPECIALIDADES. EL PEDREGAL. 16 ROSALES.
Relaciones Públicas: 834-274-37-00.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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