El peor enemigo del emprendedor es uno mismo, nadie te dice que no lo intentes, nadie te obliga a desistir; el desánimo, el cansancio y otros factores influyen en gran manera para que dejemos de una vez por todas lo que hemos venido haciendo durante un buen periodo de tiempo. Otra razón por la cual hacemos a un lado la idea de querer continuar el camino de la motivación es que lo que vendemos no funciona, en este caso podrían ser las conferencias o charlas.

Sencillamente porque estuviste revisando el video y te diste cuenta de que no tienes el talento suficiente como para entrar a la competencia de los grandes oradores, y tu voz no causa el menor impacto, pese a ello quieres insistir hasta alcanzar tus propósitos, entonces no dejes de intentarlo, si no es por aquí hay que darle por allá, y si no es de esta manera debe ser de la otra.

En este proceso de intentos fallidos estamos activando la mente para descubrir la manera de poder lograr nuestro objetivo. Pensar es divertido, pero es aún más cuando lo que hemos pensado lo llevamos a la práctica. A la mente debemos mantenerla ocupada. Si esto no funcionó de esta forma, entonces ¿cómo se hace? Nunca vamos a saber cómo funcionan las empresas hasta no entrar en ellas, de la misma manera que no podemos saber cómo piensa tal o cual persona hasta que no conversemos con ella.

Muchas veces no funciona lo que hacemos o vendemos porque nos hace falta más experiencia, nos hace falta ser más observadores e intuitivos, sólo que eso es parte del proceso del aprendizaje, esos momentos en especial son los que le dan sabor al caldo, porque nuestra misión es llegar a saber cómo podemos vender un producto o servicio, y la única manera de tener la respuesta en la mano es viviendo la experiencia.

No es suficiente con crear ideas, es necesario salir a aplicarlas al terreno de la acción, insisto, aunque estas no funcionen. Algún día lograremos lo que con tanto esmero hemos intentado, muchas de las veces durante años.

Ahora, ¿no crees tú que la experiencia que ya has acumulado vale la pena como para saber que tienes la suficiente madurez para crear o inventar algo más? Mejor ponte a sonreírle a la vida, en lugar de estresarte o a ponerte a llorar simplemente sonríe y continúa trabajando en tus proyectos, tarde o temprano rendirán fruto y el resultado será increíble.

La experiencia que se obtiene de visitar muchas empresas es que te va a dar seguridad al hablar, te va a permitir desarrollar la habilidad de hablar, las relaciones públicas las vas a usar con mejor tacto; es decir, vas a saber cómo debes dirigirte con determinadas personas, puesto que ya sabes cómo piensan.

¿Cómo será tu actitud el día que descubras el secreto para vender tu producto o servicio?

Hasta yo me emociono nada más de pensarlo, porque a partir de ahí las cosas serán y se harán de la mejor manera.

De esos muchos intentos, o de esos miles de intentos, algo bueno tiene que salir, no todo puede ser de intentos, ya habrá alguien que compre tu producto, en el mejor de los casos ya saldrá quien se fije en ti.

Pero jamás debemos renunciar. Que la gente te juzgue por tus actos fallidos, pero no por flojo; que la gente te juzgue por cambiar de estrategias, pero no por improductivo. Escucha a la gente lo que dice de ti, aunque no te agrade, recuerda que de ahí puede salir la idea funcional que tanto esperamos.

*Colibrí del Pedregal Club. Menús para eventos y celebraciones. Membresías. Relaciones Públicas Telcel: 834-274-37-00.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.