La primera regla para ser motivador
La primera regla para ser motivador es estar motivado, para ello es necesario que la persona esté consciente de los riesgos que va a asumir de hoy en adelante, y que por muy difíciles que sean las circunstancias, deberá actuar con prudencia. Me gusta la expresión “asumir riesgos”, creo que es la palabra clave para el desarrollo de este tema. Hoy en día podemos escuchar por todos lados que la mayor parte de las actividades del ser humano se hacen por medio de la nueva tecnología digital y que la técnica tradicional de las ventas (en este caso) “de puerta en puerta” ya pasó a la historia.
Existe una realidad en este aspecto. Es verdad que tenemos que estar actualizados, estoy totalmente de acuerdo, pero también es cierto que la técnica “de puerta en puerta” no ha dejado de pasar de moda. El ser humano -dicen los expertos-, es un ser sociable por naturaleza, por lo tanto, el hombre siempre buscará al hombre para socializar, para comunicarse, para establecer relaciones públicas.
Las empresas no son sólo edificios de material, es un lugar donde en su interior hay personas trabajando y vamos a ir en busca de algunas de esas personas para lograr nuestros objetivos.
Cuando se trata de ir a la “caza de nuevas caras” para vender nuestro producto o servicio, es cuando pensamos “¿y qué tal si es una pérdida de tiempo?”, “a lo mejor ni me reciben”, ¿y si me preguntan algo que yo no sé?”. Hay muchos factores que, en lugar de motivarnos a seguir adelante en nuestra carrera, sencillamente nos vuelven personas pesimistas. Pero no es de pesimismo de lo que estamos hablando, sino de la motivación.
Desde que salimos de casa debemos tener una buena actitud, esa actitud es la que hablará por nosotros antes de que saludemos a las personas. ¿Cuál sería una razón para que nosotros podamos estar motivados? Respuesta: creer en nosotros mismos. Creer en uno mismo quiere decir que lo que estamos haciendo es un proceso que va a estar enfocado en alcanzar metas y cuando se trata de conseguir los objetivos, no importa si tenemos que caminar muchas cuadras o si existen los suficientes recursos económicos para comenzar, etc. Si ya tenemos claro lo que vamos a hacer, a partir de este momento salgamos a la calle y empecemos a trabajar en el proyecto.
Es interesante y divertido el hecho de andar tocando puertas en las empresas, porque vamos a ir ganando experiencias las cuales nos van a servir para ir perfeccionando la forma en que tenemos que vender nuestro producto o servicio.
No hace mucho tiempo salí a la calle a vender unos videos en formato CD, eran unas grabaciones caseras con temas de superación personal. Anduve tan contento hasta que alguien me recordó que los CD ya habían pasado de moda; sólo que también hubo otras personas que pensaban con optimismo: “mientras los CD los sigan vendiendo en las tiendas comerciales, creo que puedes pensar en continuar vendiendo tus videos”.
Aquí el asunto no era si vendía o no los CD´S, aquí el problema era si la persona que me los comprara pudiera disponer en su casa u oficina de un medio para escuchar y verlos. No faltó quien me dijera: “Si esto mismo me lo traes impreso te lo compro”.
Por fortuna me gusta escribir.
Esa sugerencia me motivó a pensar en escribir artículos motivacionales para después imprimirlos y venderlos en la forma en que acostumbro: “tocando puertas”. Esta manera de hacer las cosas me motiva mucho, porque me doy la oportunidad de conocer todo tipo de personas, desde los dueños de las empresas hasta los empleados. No es mentira que uno se vuelva un experto en psicología, porque con tan sólo mirar a los ojos de las personas, tu mente te va indicando en cómo debes dirigirte y cuando es el momento adecuado para dar el primer paso, aunque a veces las apariencias engañan, pero digamos que aciertas de un 75 a 80%.
En conclusión. Es por falta de decisión motivo por el cual nuestros objetivos no se cumplen; la queremos fácil, no nos gusta batallar, no queremos andar viendo caras, queremos ser como los grandes motivadores de la noche a la mañana sin ensuciarnos los zapatos. Pretextos sobran: es que el clima de hoy está a 40° y me puedo asolear mucho; qué van a decir mis amigos, que no he podido salir adelante y que ando vendiendo productos, etc., etc.
Si ya tenemos un proyecto bajo el brazo salgamos a la calle a venderlo, pues como dice un amigo: “más se perdió en la guerra de los pasteles”.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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