Un mensaje enérgico y necesario
tenemos ya algunos años (aunque realmente parecieran sentirse como más tiempo) en los cuales el estado se ha visto envuelto en situaciones difíciles debido al palpable clima de inseguridad. Notables esfuerzos se han hecho para tratar de mitigar este problema pero la verdad es que es una tarea nada fácil de realizar dadas las circunstancias que la precedieron. Recordemos que esto no es algo repentinamente brotó, no fue un monstruo que de la nada surgió sino más bien fue como la historia de Frankenstein, un enorme monstruo creado de de diferentes partes.
La corrupción, impunidad, gobiernos laxos y coludidos, fueron solo algunas de las distintas razones por las cuales los grupos criminales florecieron hasta el punto de verdaderamente atentar contra la fuerza del estado y por ende de todos sus habitantes. Este terrorífico escenario se vino gestando a través de los años, los grupos criminales comenzaron a dejar atrás las reglas del juego que prevalecieron por décadas, en donde generalmente nunca se metían con la gente, su propósito era traficar y comercializar pero sin generar un clima negativo en la sociedad. El poder se ejercía de distinta manera y aunque siempre había nexos turbios y corrupción, estos no lograban penetrar las entrañas de los gobiernos, hasta que fueron estos mismos quienes permitieron tal perversa y condenatoria relación.
Tamaulipas pasó de ser una tierra pujante y vigorosa a un valle de matanza, sangre y desolación.
Fue en el sexenio de Felipe Calderón en donde se decide actuar de manera frontal y declarar la guerra en contra del narcotráfico, con todo lo que ello conllevó, pero también fue en esa época en donde por razones políticas a nuestro estado perversamente no lo atendieron como se debería en cuestiones de apoyo de fuerzas federales (por falta de apoyos federales gubernamentales e inclusive militares) dejándolo a la deriva en muchas cosas. Habían pateado el avispero y siendo Tamaulipas un estado de relevancia logística, alteraron la forma en cómo se manejaban las cosas y el mal comenzó a permear sin que el apoyo acorde a las circunstancias llegara como debería de haber llegado.
Años después se invierten los papeles y es el partido albiazul quien gobierna el estado pero con un gobierno federal de otro color, lo curioso es que la macabra sensación pareciera ser la misma. Tamaulipas enfrascada en una lucha por restablecer el orden sin que se sienta que el apoyo federal sea el que verdaderamente se requiere para contrarrestar el creciente mal. Y es en ese tenor en el que el actual gobernador decide emitir un contundente, enérgico y muy necesario mensaje y petición. Les podrá gustar o no su forma de ser, podrán muchos estar en desacuerdo con posturas adoptadas en la presente administración, pero lo que no se puede negar ni refutar es que en momentos cuando se necesita a un líder que dé la cara por su estado, el Lic. Francisco García Cabeza de Vaca no solo ha dado la cara sino se ha fajado muy bien los pantalones, en otras palabras, bien puestos sí los trae.
Los tiempos difíciles requieren de liderazgos fuertes y su mensaje fue más que claro y contundente, Tamaulipas es un estado que aporta mucho a la federación y aunque en ocasiones quieran vislumbrarlo como una tierra problemática, la realidad es que los Tamaulipecos en su gran mayoría somos gente noble, entrona, de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Damos la cara ante la adversidad y aún en tiempos difíciles perduramos y seguimos luchando y saliendo adelante. El pedir reciprocidad por parte de la federación no solo es un acto congruente sino uno más que justificado, el solicitarle al presidente y su gobierno que no dé la espalda a nuestra tierra era necesario así como el reclamarle que sea parejo y recordarle que solo con trabajo en equipo es como saldremos avante de esta situación.
Aún que personalmente pudiese discrepar con ciertos aspectos referentes a la gobernanza de nuestro estado, sinceramente le doy mi total respaldo al gobernador en estos tiempos difíciles. Como Tamaulipeco me queda claro que si uno de nosotros encabezamos una buena causa y requiere del apoyo de los demás, contarán siempre con mi respaldo cuando se traté de proteger a la hermosa tierra que me vio nacer y que tanto me ha dado así como a mis hermanos paisanos que claman por un mejor entorno. Yo se que siempre daré todo por mi amado Tamaulipas, ¿Tú también?
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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