Altamira, Tamaulipas. - Con un intenso calor, descalzos y con ropa vieja, un promedio de treinta niños indígenas son colocados en varios puntos de la zona sur de Tamaulipas a realizar malabares y bailes para pedir algunos pesos.

La abogada Gabriela Ibarra Lozano, defensora de derechos humanos, denunció que existen por lo menos 10 puntos donde se comenten estos delitos a la vista de ciudadanos y autoridades.

Los infantes traídos desde la zona huasteca o entidades como Chiapas y Oaxaca, tienen edades que van desde los dos a los nueve años.

“En los cruceros hay niños y nadie va a atenderlos, uno presenta la denuncia al 911 y te dicen que van a llamar a DIF y nadie va. Hemos detectados por lo menos diez puntos. Son niños de dos, tres años hasta nueve o diez años. Normalmente están con alguna jovencita o jovencito de 14 o 15 años y se observa que hay algún adulto escondido detrás de algún árbol o tarima”, manifestó.

Los puntos donde se da la explotación infantil es la Avenida de la Industria y la carretera Tampico-Mante, en Tampico sobre la Prolongación Agua Dulce y zona centro, además de la Avenida Monterrey, en el caso de Ciudad Madero es sobre Ejercito Mexicano, en el Boulevard Adolfo López Mateos hay tres puntos, uno de ellos la Plaza Jalisco.

“Se les nota que no son de aquí, sino de comunidades indígenas, estamos hablando de unos 30 niños en la zona sur y unos tres o cuatro adolescentes. Hay un delito que se persigue, que es la privación de las garantías y pues ese es una cuestión penal, la explotación infantil está penada, es trata de personas porque son niños que no están en la escuela, no están con sus papás y los están haciendo víctimas de explotación”, añadió la abogada.

Para finalizar, Ibarra Lozano agregó que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) justifica su omisión en estos casos debido a que hay adultos que se identifican y acreditan algún parentesco, sin embargo, reiteró que son delitos contra los que se debe actuar.