Esclavitud moderna…
Aunque desafortunadamente todavía en estas fechas en diversas partes del mundo padecemos de esta horrenda práctica y aún en los países avanzados de una u otra forma se presenta, debido al racismo, discriminación, abusos por género, explotación humana, etc. En esta ocasión me refiero a la continuamente presente, muy platicada y criticada pero muy pocas veces mencionada, esclavitud laboral en los centros de trabajo. Sabemos que cuando se habla de este tema generalmente se piensa acerca de gente del campo, en la cosecha con largas horas, poca paga y una clara falta de empatía y humanidad por parte de quienes los contratan. ¿Pero qué pasa con todas las prácticas poco éticas, impositivas, abusivas, en negocios, organismos, empresas, oficinas gubernamentales? ¿Quiénes vigilan estos actos de abuso patronal, porque se continúa con deleznables formas, por que callan los afectados?
El trabajador está amparado por leyes estatales y federales de trabajo, las cuales precisamente se hacen para la protección de sus derechos y así salvaguardar una dignidad y justicia laboral. Claro que existen muchos que acuden a las instancias correspondientes para anteponer alguna queja y/o defenderse, pero también existen miles que por amenaza de perder su empleo y por ende el sustento inmediato para su familia, simplemente callan, quejándose amargamente en sus tiempos libres y con otros que padecen su misma situación. Pudiera enumerar “n” cantidad de ejemplos pero mis respetables lectores, ustedes seguro conocerán, ponen en práctica, experimentaron o viven en carne propia esto que aquí se comenta.
Es bonito pensar que aquel que se esmera, que estudia, que se prepara o que es súper comprometido con su trabajo no vivirá esto, pero no señor, esto es algo tan común en este país como el no obtener un empleo y no por falta de capacidad y/o aptitudes sino porque el otro candidato era compadre, amante, compromiso político o simplemente porque la competitividad y productividad laboral son términos que no solo no se aplican sino parecieran meramente utopías.
¿Qué verdadero progreso obtendremos siguiendo este tipo de prácticas, aún tenemos duda de nuestro atraso como nación, porque no analizar y tomar como ejemplo casos como Google o países como Japón o Finlandia?
Tema cumplido…
Compromiso cumplido
Es de bien nacidos ser agradecidos, gracias a todos aquellos que me insistieron y recordaron que mis humildes escritos si sirven para algo y que insistieron que por favor no dejara de escribirlos y gracias también a aquellos que publican los pensamientos de un incansable soñador. En la vida siempre hay que tener humildad y agradecimiento sincero para los demás.
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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