México, (Notimex).- Para el cineasta Alejandro Guzmán hay que voltear a ver las salas de cine alternativas como vía para exhibir el cine nacional y también para generar audiencia, en vez de seguir luchando para que el duopolio abra espacios.

En entrevista con Notimex a propósito de su película Estanislao, Guzmán consideró que existe una falta de visión en torno a que el cine mexicano puede ser también un negocio. “Creo que la solución está volteando a ver la exhibición alternativa en cineclubes”, dijo.

Con base en la experiencia que tiene luego de esperar varios años para que se estrenara su ópera prima Distancias cortas, el realizador sostuvo que cada vez la gente se interesa más en películas que tengan cierto arraigo con su cultura y contexto, que por lo que es imposible pensar que podrán encontrar estas historias en las grandes cadenas.

“Mi postura es la de fortalecer el circuito de cineclubes que tengan más de una sala de proyección y encontrarnos ahí con los espectadores. Incluso, creo que con el tiempo se podría cobrar, quizá no mucho pero sí para entrar al mercado”, consideró el realizador egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

¿Qué está haciendo?

Con Distancias cortas Guzmán recorrió con éxito festivales y salas de cine del circuito alternativo, y ahora se encuentra a la espera del estreno de Estanislao, película en blanco y negro en la que explora el cine fantástico a través de un drama familiar.

El director nacido en Sinaloa detalló que la trama tiene elementos biográficos, sobre todo en la relación del personaje con el padre y el hermano. “Soy sinaloense y me vine a la Ciudad de México hace 20 años, y he tenido la inquietud de decir qué sucedería si de pronto se muere un ser querido y tengo que regresar al lugar donde nací y crecí”, refirió.

En ese sentido, el protagonista de la cinta “está distanciado de su familia desde hace 15 años, y al morir su mamá tiene que regresar para despedirse de ella y arreglar las cosas que quedaron ahí bajo los escombros”, comentó.

El guion de la película, cuyo estreno se prevé para este 2019, es autoría de él y de Itzel Lara, quien escribió también el libreto de su película anterior, Distancias cortas.

“Terminamos la película y ambos dijimos que hay que trabajar de nuevo, y como a ambos nos gusta el cine de monstruos decidimos incluir también uno en este melodrama familiar”, explicó Guzmán.

Este monstruo es representado por el hermano del protagonista y simboliza los pendientes que tiene con sus familiares. “Este hombre está obligado por las circunstancias a cerrar ciclos con su papá y hermano”, refirió el realizador.