Reynosa, Tamaulipas.- Lejos de sus hijos, de su país, con un cúmulo de emociones encontradas, mujeres migrantes celebraron este viernes el Día de las Madres en el Albergue Senda de Vida, esperando la oportunidad de cruzar hacia los Estados Unidos.

Con el sufrimiento reflejado en su rostro y la esperanza de un futuro mejor, la señora Lidia Montero que proveniente de Venezuela contó que desde hace más de tres años no ve a su hija, que vive en la Unión Americana, y con quien planea celebrar muy pronto el Día de las Madres.

"Quiero estar con ella, ella tiene ya dos años y medio en Houston y ella me dijo mami si no lo podemos celebrar este domingo, lo celebramos el domingo que viene", expuso.

Y es que la señora Montero confía en que los próximos días puedan abrirse las puertas de la frontera estadunidense, para que pueda reunirse con su hija y añorando a los otros hijos que dejó en Venezuela.

Por su parte, la cubana Esmey Mejia dijo sentirse triste por estar alejada de su mamá y de su hijo en este día tan especial, sin embargo, agradeció estar en el albergue y reconoció que su paso por México ha sido bueno, ya que la han tratado muy bien.

Con lágrimas en los ojos, manifestó que es muy difícil estar alejada de sus seres queridos, ya que viaja sola debido a la falta de recursos económicos para viajar con toda su familia.

Y es que dijo que en Cuba la situación es difícil debido a las imposiciones del gobierno, “mal no he vivido porque he trabajado siempre, aunque no para el gobierno, porque muchos gobernantes de otros países visitan la isla y les hacen creer que todo es muy bonito, pero la realidad es otra”.

"Es un atropello, toda una pantalla, muchos gobernantes van y si muy buenas relaciones con Cuba, pero es mucho atropello y yo ya no aguante más, ya no quiero estar en un país así", explicó.

Expresó que su propósito es más adelante llevarse a su familia a radicar a los Estados Unidos.

Hoy, a pesar de lo lejos de su país, tuvieron un distinto Día de las Madres ya que elementos de la Policía Federal acudieron de forma sorpresiva a realizarles una celebración al Albergue Senda de Vida.

Les llevaron tamales y pastel para celebrar a alrededor de 65 madres de familia que se encuentran en el albergue, provenientes de distintos países, quienes están a la espera de cumplir su sueño americano, unas solas y otras acompañadas de sus hijos.