Candidatos no saben de leyes
Es verdaderamente una pena para los miles de electores de Tamaulipas, quienes asistiremos a las urnas el próximo dos de junio, que varios de los candidatos quienes buscan llegar al Congreso de Tamaulipas, no tengan ni la menor idea de lo que van a hacer. No saben de leyes ni conocen en la materia la “o” por lo redondo, lo que nos hace preguntarnos: ¿entonces para que quieren llegar al Congreso del Estado? ¿Su interés es sólo económico o también buscan allegarse el poder por el poder? ¿O buscan posicionarse para lograr una candidatura a alguna presidencia municipal en 2021 en donde si habrá recursos económicos para ver que jugoso negocio podría hacerse? Ejemplos de este tipo de personajes que llegaron a las alcaldías con una mano adelante y otra atrás y salieron multimillonarios hay muchos.
Cualquier respuesta a las preguntas anteriores, como quiera que sea, debe hacernos a los ciudadanos sentirnos frustrados y hasta engañados porque nos quieren ver la cara y su llegada al congreso será un verdadero engaño a la sociedad. Hay candidatos a diputados que basan su campaña ofreciendo obra pública, cuando sabemos que los diputados no tienen presupuesto para ello, y sólo cuentan con su capacidad de gestión, lo que, créame, no es suficiente, pero su primordial trabajo en el Congreso es hacer leyes. ¡HACER LEYES! Y entonces sabiéndolo, ¿para qué le entran al compromiso si no saben o no les interesa?
En los últimos días nos hemos encontrado en redes sociales a candidatos que les gusta hacer campaña en el descrédito y la difamación de otros, desgarrándose las vestiduras, y muchos de ellos ni siquiera tienen participación formal en el proceso electoral. Pero tenemos que entender que, como dice el dicho popular, no todo lo que brilla es oro. Y al día de hoy mucho ruido y pocas nueces. Y entonces vemos que los candidatos están construyendo sólo estruendosos argumentos de campaña.
Y no se han sentado a investigar que en la veda electoral, los programas de desarrollo social, Bienestar Social en Tamaulipas, Salud, Educación, Seguridad Pública y Protección Civil no se pueden detener. Y entre ellos, claro, el reparto de apoyos sociales, como las famosas despensas.
La base de la operación de los programas sociales y el recurso que se destina a la sociedad, viene señalada en el Artículo 134 constitucional, que a la letra dice: “Los recursos económicos de que dispongan la Federación, las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, se administrarán con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estén destinados.”
Y lo más importante, es que los servicios públicos y los programas sociales que el gobierno distribuye en beneficio de la población no pueden ser restringidos por motivos electorales. Así lo señala el documento adjunto editado por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales y el Instituto Nacional de Ciencias Penales y que le proporcionó el link. http://www.inacipe.gob.mx/inicio/documentos/10Delitoselectorales.pdf
Pero más allá, para dar certidumbre, en Tamaulipas se diseñaron las Reglas de Operación del Programa de Bienestar Alimenticio, las cuales fueron publicadas en el periódico oficial del Estado el 31 de diciembre de 2018 y las cuales se aplican con estricto cuidado, cumpliendo con la legislación respectiva.
Estas reglas de Operación señalan en su artículo 7.3.1 que “Las Delegaciones de Bienestar Social, deberán cuidar que se apliquen con imparcialidad los recursos públicos que por razones de la operación del Programa, estén bajo su responsabilidad, vigilando que éstos no influyan en la equidad de la competencia entre los partidos políticos o candidaturas. La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social que se difunda en virtud de la operación del Programa, deberá tener carácter institucional, y reunir las condiciones contempladas en el penúltimo párrafo del artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como las previstas en los demás ordenamientos en materia electoral. Durante la veda de propaganda gubernamental, los beneficios del Programa no se suspenderán, debido a su finalidad de interés público; sin embargo, en virtud de los principios de imparcialidad y equidad, los beneficios no podrán ser entregados en eventos masivos o en modalidades distintas a las establecidas en las presentes Reglas, o en aquellas que afecten el principio de equidad en la contienda electoral.”
Entonces, el reparto de despensas, ese que se graba en video, se plasma en fotografías y se denuncia a gritos, no es delito. Y el delito entonces sería condicionar la entrega de recursos provenientes de programas públicos federales, locales o municipales, en dinero o en especie, el otorgamiento de la administración o la provisión de servicios o programas públicos, así como la realización de obras públicas u otras similares.
Insisto, lo lamentable es que muchos de los candidatos que andan en campaña, de esos que andan pidiendo el voto para llegar al Congreso a cambio de promesas y más promesas, si están cayendo en un grave delito que se llama ignorancia.
Y entonces, ¿cómo hacerle querido lector para saber si un candidato es bueno o es balín? Pregúntele Usted cuantos artículos tiene la Constitución General de la República y la Constitución del Estado Libre y Soberano de Tamaulipas y, esas respuestas por cultura general las deben de conocer quienes aspiren a llegar al Congreso, pero si no las saben, serán entonces, verdaderamente, caso perdido.
Y a Usted amigo lector le doy las dos respuestas para que no lo agarren en curva. La Constitución General de la República tiene 136 artículos divididos en nueve títulos. Y la Constitución Política del Estado de Tamaulipas tiene 167 artículos, divididos en 23 títulos.
Entonces, me pregunto, ¿si como acusan el otorgamiento de despensas por parte de un partido político es delito electoral, el reparto de becas y apoyos económicos por parte del otro partido es también delito electoral? Porque no podemos perder de vista que en esta vida o todos coludos o todos rabones. O lo que es lo mismo, todos por igual debemos cumplir el mandato de la Ley. Eso se llama equidad.
Las campañas deben ser la oportunidad de que la sociedad estemos mejor y no peor. ¿O cómo puede Usted entender querido lector que haya exalcaldes que anden haciendo campaña y cuyos resultados en el municipio fueron reprobatorios y ande descalificando a sus adversarios cuando él ni cumplió y su llegada al poder municipal fue el argumento para buscar la gubernatura del estado?
Me parece que los partidos, candidatos y ciudadanos debemos preocuparnos por estar cada día mejor, esa es responsabilidad de todos, y elegir a las autoridades es un derecho y una obligación de los ciudadanos. Y está bien querer un cambio, pero tenemos que entender que un cambio debe ser ordenado, certero y con rumbo, y no sólo un cambio por ocurrencias, con denuncias y dobles discursos. México como sociedad ya no estamos para esos malos escenarios, ya no estamos para inestabilidades ni para basar nuestro futuro en billetes de lotería.
Así que señores diputados, a trabajar, a buscar llegar por trabajo y resultados y no por gritos y sombrerazos. No se vale ver la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Eso no ayuda a Tamaulipas. Eso no ayuda a México. Y quien no pueda con la responsabilidad, de cualquier partido, que renuncie y se vaya a su casa por favor. México necesita ganas, talento y creatividad y no amargura, mentiras y ocurrencias. Y yo, en lo personal, apuesto por una buena legislatura para Tamaulipas que ayude a fortalecer su andamiaje jurídico y su vida institucional. Y espero que los tamaulipecos piensen igual. Ya lo veremos el 2 de junio.
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