Matamoros, Tamaulipas. – Una joven venezolana identificada como Erika Joanna Rivas tuvo que atendida por paramédicos al sufrir un desmayo mientras acampaba en la ribera del río Bravo, sitio en el que se encuentra desde hace un mes en espera de asilo político de los Estados Unidos.

La joven pertenece a un grupo de venezolanos que llegó a Matamoros para hacer fila en el Puente Nuevo y apuntarse en la lista de migrantes que solicitan asilo, esperando que la autoridad estadounidense se los otorgue ante la persecución que han sufrido por participar en marchas en contra del presidente Nicolás Maduro.

Fue su compañero Adán López, proveniente de Caracas, quien narró que están a la espera de que se les abran las puertas en el territorio estadounidense, ya que de regresar a su nación serán detenidos por el régimen.

Contó que Erika, estudiante de 33 años, participó en movimientos opositores para exigir a Maduro que entregara el poder al presidente legal, Juan Guaidó, además de demandar que se terminara con la inseguridad y la falta de alimentos.

Ante la presión, los venezolanos han tenido que salir de su territorio y hacer un largo viaje que tiene en Matamoros una escala, porque aguardan el momento en que les brinden atención las autoridades norteamericanas.

El venezolano dijo que no retornarán porque al hacerlo serían aprehendidos y eso los pondría en riesgo.

En la zona del Puente Internacional Nuevo hay grupos de migrantes provenientes de Centroamérica y de Cuba, que también se han apuntado en la lista para solicitar asilo político a Estados Unidos.