Cosas de la política. Con la emisión de la lista de los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla, Tamaulipas y Baja California, a contender en el próximo proceso electoral del 2 de junio, la presidenta nacional de ese partido, la mexiquense Yeidckol Polevnsky, se anotó dos puntos a su favor en el combate contra el Senador Ricardo Monreal y en la lucha fratricida que tiene como escenario la dirigencia morenista.

Y este diferendo no es nada nuevo. Morena estaría convirtiéndose en algo similar al PRI original: un acuerdo de diferentes corrientes ideológicas, pragmatismos y cúpulas poderosas de diferentes zonas geográficas del país.

Tras la respuesta que obtuvo de parte del coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal, a su declaración de que muchas “sabandijas” se han infiltrado en MORENA, la dirigente nacional de ese partido, Yeidckol Polevnsky, le respondió al legislador: “el senador Monreal puede opinar sobre el Senado, no sobre Morena y no puede meterse en las decisiones del partido, él es senador y lo que le corresponde es coordinar al grupo parlamentario, porque es su tarea”. Después, Polevnsky lamentó que Monreal siga mandando a sus “empleados” a que descalifiquen las labores que se hacen desde la dirigencia del partido o específicamente en su contra.

Pero la rivalidad entre Ricardo Monreal y Yeidckol Polvensky no es nueva. Viene desde la campaña electoral y se recrudeció en el periodo transición. Y es tal el odio entre ambos personajes, que morenistas muy bien enterados, aseguran que ambos, Monreal y Polevnsky, Polevnsky y Monreal, convocaban a reuniones con candidatos electos y López Obrador, sin invitarse entre sí.

Pero lo más grave es que esa rivalidad continúa y el daño infringido al instituto político crece día a día. Así quedó de manifiesto en la definición de candidato al gobierno de Puebla, donde Polevnsky apoyó al candidato ganador Miguel Barbosa, mientras que Monreal, desde el Senado, respaldó al perdedor Alejandro Armenta y a Nancy de la Sierra, ligados con el grupo de Mario Marín, “el gober precioso” de triste memoria.

Luis Miguel Barbosa fue electo por segunda vez candidato a la gubernatura de Puebla por Morena, según el resultado de la encuesta interna realizada por el partido de cara a la elección extraordinaria del próximo 2 de junio. Por su parte, y aunque había dicho que respetaría la decisión del partido, Alejandro Armenta determinó impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el que Morena optara por dar a Miguel Barbosa la candidatura al gobierno poblano.

Baja California tiene la sombra del desaseo particularmente en Tijuana, donde todas las encuestas colocaron en la delantera a Jaime Martínez Veloz, excepto la opaca de partido que dijo levantar Leonel Godoy, emisario de Yeidckol, que enturbió el procedimiento para imponer representantes de la iniciativa privada. En cuanto a este último caso ya hay impugnación, mientras que Godoy mantiene en la opacidad la presunta encuesta. Al día de hoy Martínez Veloz ya es candidato del PRD al gobierno de Baja California y su adversario marrón es Jaime Bonilla.

Polevnsky, también ex candidata a la gubernatura del Estado de México, afirmó que su relación con Monreal es buena, aunque dijo que sólo lo ve cuando va al Senado y volvió a insistir en que Morena va muy bien y ha tomado mucha fuerza, razón por la que “muchos” están interesados en el partido. “Hay personajes que, como no trabajan, lo único que hacen son declaraciones sin fundamento”.

Aclaró que en Morena hay estatutos muy claros y precisos, por lo que recordó que son “un partido, y no el Club de Toby, en donde cada quien hace lo que se le ocurre”. La indefinición del partido se suma pues a las luchas internas por tomar el poder sobre este, por lo pronto, con dos bandos identificados, Monreal-Polevnsky, pleito intestino que tarde o temprano les cobrará la factura traducida en fracasos.

Por su parte, Ricardo Monreal, ha asegurado que “desde hace 22 años he luchado por el cambio de régimen en México, y soy fundador de Morena, pero no me involucro en sus decisiones. Por eso, afirmo: no tengo diferencia con la dirigencia o militancia de Morena; toda disputa interna es menor a la prioridad: unidad y cohesión”.

Y después del jalón de orejas que presumiblemente quien manda en MORENA dio a Monreal, ordenándole que sacara las manos de su partido, Alejandro Rojas Díaz Durán, su suplente en el Senado, escaló su confrontación contra la lideresa Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional.

Y desde entonces, Rojas Díaz Durán ha insistido en solicitar la destitución de la presidenta morenista, de quien dijo “pone en peligro la Cuarta Transformación” junto a una camarilla de tufo “estalinista, autoritario e impositivo”, por lo que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena anunció la apertura de un Procedimiento de Oficio contra Rojas Díaz Durán, por presuntas transgresiones a los Documentos Básicos del partido guinda.

Rojas Díaz Durán, publicó otra carta, exigiendo que el juicio que le harán desde la Comisión Nacional de Honor y Justicia Morenista sea abierto, transparente y contribuya a la vida democrática del partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo que se ve, pues, en el escenario y futuro partidista para MORENA, es que los pleitos van a continuar, a menos que quien manda en el partido, Andrés Manuel, de un fuerte manotazo en la mesa y obligue a los adversarios a fumar la pipa de la paz, so amenaza de lanzarlos por borda del barco de la cuarta transformación. ¿Podrá? ¿Será? ¿Querrá? ¿Tendrá la voluntad política de hacerlo y de cuidar a su partido político? ¿O los va a dejar a los dos, Monreal y Polevnsky, Polevnsky y Monreal que se acaben solos? Vamos a ver qué pasa. Por lo pronto, de aquí al dos de junio, Yeidckol será la responsable de MORENA y de las elecciones por venir. Después del tres de junio, y dependiendo de los resultados, ya veremos. Tiempo al Tiempo.

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