Matamoros, Tamaulipas. - Con la imposición de la ceniza en la Iglesia Católica se comienza con un tiempo para tener la oportunidad de reflexionar sobre nuestro pasado, y darnos cuenta de que representa el signo de que “somos polvo y en polvo nos convertiremos”, afirmó el párroco de la Iglesia San José Obrero, Efraín Pelayo Velasco.

Con la imposición de la ceniza se da inicio también a la Cuaresma y es el momento en el que podemos acercarnos para ir a la Pascua del Señor; por lo que recomendó hacer conciencia sobre nuestra vida y que, si hay algo que tenemos que hacer a un lado en el nombre de Nuestro Señor, hay que hacerlo.

“La Cuaresma son 40 días de reflexión para que el hombre vaya a su interior y tengamos esa oportunidad de decir, en esto ando mal, por lo que es necesario hacer ayuno de la crítica, de los rencores, del odio y la venganza, entre otros”, apuntó.

Pelayo Velasco invitó al ayuno, junto con la oración y el desprendimiento; al referirse sobre el comer o no comer carne, el sacerdote precisó que se trata de una manera de privarnos de algo que solemos siempre hacer, lo que va muy relacionado con el prójimo.

“Tenemos que hacer un alto y por eso el ayuno es importante, darnos cuenta de que el ayuno nos lleva a estar libres, a mortificarnos, a pensar, a darnos cuenta que no debemos ir más allá. El ayuno sostiene, pero también fortalece y nos detiene en muchas acciones”, concluyó.