Matamoros, Tamaulipas. – Centroamericanos de la caravana que se instaló en Piedras Negras, Coahuila y que finalmente se dispersó siguen llegando a Matamoros, pero lo preocupante es que en marzo toca la deportación masiva por esta frontera, señaló el encargado de la Pastoral Social de la Diócesis, Francisco Gallardo López.

El también encargado de la Casa del Migrante indicó que en estos inmuebles localizados en la franja fronteriza se encuentran a toda su capacidad, refiriéndose a las casas del migrante de Matamoros y Reynosa, ambas pertenecen a la Diócesis de Matamoros.

Agregó que si llegara una cantidad exagerada de migrantes sería un estado de emergencia y, por ende, a quien le corresponda tendría que colocar un albergue emergente para poder atenderlos.

Gallardo López resaltó que en caso de una llegada masiva de migrantes pudieran dar comida, solicitar que la gente ayude, pero para albergarlos sería un verdadero problema el poder atenderlos.

Manifestó que en marzo viene para Matamoros las deportaciones masivas, por lo cual se mantienen un tanto preocupados, pues deben buscar la manera de recibir a los dos, pues de que hay que atender a la gente hay que hacerlo, apuntó.

El encargado de la Pastoral Social destacó que hay un buen número de personas que se encuentran en los puentes internacionales, en busca de que se les otorgue el asilo en Estados Unidos.

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