México,(Notimex).- El nuevo gobierno de México tiene el desafío de ser congruente con la visión de derechos humanos planteada como parte de la política migratoria y resolver la situación de los centroamericanos, consideró la investigadora Claudia Masferrer.

En entrevista con Notimex, la especialista en Asuntos Migratorios, de El Colegio de México (Colmex), expresó su preocupación por lo que pasará con los migrantes provenientes de Centroamérica que lleguen a la frontera entre México y Estados Unidos.

Ello, al considerar que estas personas quedan en el limbo debido a la indefinición, ya que ni entran a Estados Unidos ni quieren quedarse en territorio nacional.

Dijo que tener poblaciones en México sin una resolución de Estados Unidos, con estatus temporal sin saber qué va a pasar con ellos, deja a los migrantes expuestos a situaciones de vulnerabilidad muy graves, por lo que no es deseable que se generen esos limbos legales migratorios.

Debe superarse este limbo, consideró, y ver de qué manera se integran estos migrantes a nuestro país, aunque es muy complicado cuando no quieren quedarse en México, sino pasar a Estados Unidos.

Confió que México otorgará tarjetas de visitantes por motivos humanitarios a la mayoría de los migrantes, aunque advirtió que la realidad es que ellos seguirán su camino hasta el norte por la motivación de alcanzar mejores niveles de vida que no podrían obtener aquí.

“Lo que no se debe hacer, ni queremos, es tener una población indocumentada y vulnerable que no tenga acceso a los derechos más elementales durante su estancia en México”, finalizó.

Sobre este tema, Claudia Masferrer consideró que las caravanas de centroamericanos con destino a Estados Unidos seguirán fracasando en su intento de cruzar la frontera sur de ese país.

Y es que de acuerdo con la académica, al marchar en grupos numerosos se hacen más visibles y los estadunidenses endurecen sus medidas para frenar el ingreso de migrantes.

Hay la creencia, dijo, de que emigrar en caravana, resguardados por las autoridades mexicanas y con la cobertura de los medios de comunicación, hará más sencillo su tránsito en nuestro país, que pagar ocho mil dólares a un "coyote", con riesgo de ser presa de la delincuencia organizada.

Sin embargo, el precio a pagar por la visibilidad es muy alto, porque al final juega en su contra, ya que genera más presiones del gobierno de Estados Unidos para controlar su frontera y no permitir su entrada, sostuvo la investigadora.