En Matamoros: Perder sus brazos no ha sido impedimento para salir adelante
Matamoros, Tamaulipas. - El perder sus brazos y un oído no ha sido impedimento alguno para que Daniel de León López, de 51 años de edad, salga adelante y actualmente se desempeña como maestro del Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos (ITEA) en Matamoros.
Daniel ha sabido sacar adelante a su familia, quienes al día de hoy ya son mayores de edad.
Fue el 8 de mayo de 1996 cuando Daniel, al intentar llegar de manera ilegal a los Estados Unidos, cayó del tren en el que viajaba y es ahí en donde perdió parte de su cuerpo.
“Yo quede inconsciente, quede en coma, yo no supe de mí, duré 17 días en coma, no recordaba nada, se me borró el casete, de ahí a la fecha, pues aquí estoy saliendo adelante”, comentó.
Añadió, “en este accidente perdí mis dos brazos, que es lo que se ve físicamente, pero también el oído derecho, tengo la clavícula rota y sufrí estallamiento de vertebras de la columna en ese accidente”.
“Yo tengo que hacer triple el esfuerzo que tengo que hacer, pero la fuerza que me da Dios es lo que me permite salir adelante”, completó Daniel.
“Discúlpenme, pero a veces me pregunto quién es el discapacitado, porque hay muchas personas que están completas, pero desgraciadamente de su mente está peor que uno”, aseguró.
Daniel actualmente está separado de su esposa, sin embargo, procreó tres hijos a quienes les ha dedicado la mayor atención desde pequeños.
“Cuando ellos estaban pequeños me hice cargo de ellos mientras mi esposa trabajaba, yo los bañaba, les daba de almorzar, los entendía de todas formas, para eso en aquel entonces tenía unas prótesis especiales para poderlos atender”, narró.
Pese a esta “discapacidad” física que tiene Daniel, no ha sido impedimento para poder salir adelante, de ser un ejemplo para la sociedad, para hacerles llegar un mensaje a las personas en general.
“Desgraciadamente por mi incapacidad física no puedo conseguir un empleo, pero tampoco por eso voy a estirar la mano para que me den dinero, yo busco ganarme cada peso. Si no les voy a decir que no me dan dinero, hay personas que con el simple hecho de verme me dan, tampoco les digo que no me den, pero prefiero trabajar para ganarme el pan de cada día”, afirmó.
En estos momentos, Daniel se dedica a ser maestro del ITEA en donde ayuda a las personas adultas a leer y escribir, a que terminen sus estudios básicos, en donde ha logrado que por lo menos 250 personas concluyan la Primaria y Secundaria.
“Ahí ya tengo siete años trabajando, además a veces me llaman para dar algunas pláticas de motivación”, agregó.
Para Daniel, el no contar con sus brazos no es impedimento alguno para realizar las actividades como cualquier otra persona, ya que cocina, lava los trastes, va al mandado, esto sin utilizar ganchos, simplemente con la parte que tiene de esos brazos que perdió en su momento en ese accidente.
En ocasiones Daniel si se ve con ciertas dificultades para realizar alguna acción, pero no es impedimento para no hacerlo, como para sacar el mandado de las bolsas, se apoya en ocasiones con los dientes para desamarrar el nudo que estas traen, lo que lo hace ver tan fácil para los demás.
Sus hijos no han podido terminar sus carreras ya que tienen que trabajar para poder sacar adelante su hogar, sin embargo, no es impedimento para que Daniel se sienta orgullosos de ellos.
“Es muy diferente cuando uno tiene una incapacidad de nacimiento a un accidente, es muy traumante lo que se vive al momento de este tipo de accidentes, pero poco a poco logramos salir adelante, más cuando inician a llegar los hijos”, manifestó De León López.
“Lo único que les puedo decir, sin importar si tienen o no una incapacidad física, lo importante es que se amen, más quienes estamos en esta condición, ya que al aceptarnos como somos y amarnos, vamos a valernos por si solos y no necesitamos de nadie, no queremos ser carga para nadie”, concluyó.
oal
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