Desaparecer poderes
El gobierno de AMLO, de entrada, tuvo que resolver y/o enfrentar situaciones que tienen que ver con el ejercicio del poder. AMLO con el firme propósito de hacer cumplir la ley y cumplir con algunas de sus propuestas; y en el caso de los gobernadores, demandan respeto para la autonomía estatal. Y el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, como panista, es uno de los que firmaron el desplegado, por decir, en contra de los supe delegados.
La política es enfrentamiento en virtud de que cada parte involucrada, además de tener intereses de por medio, tiene también una visión especifica de cómo se tiene que resolver el problema. Por eso, para la solución de los conflictos hay dos vertientes: la del acuerdo y la negociación o, como se hace en algunos lugares, por la imposición al tener más fuerza. Así es como Félix Delgado Macedonio amenazo con desaparecer a los Estados que se oponen a la 4ª. Transformación.
DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS.
Así como el Estado, para su gobierno, se divide en 3 poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para evitar el abuso, digamos arbitrario, en el uso del poder; son una especie de contrapesos. En este caso, Ejecutivo y Legislativo responden a los mismos intereses. Y en el caso del gobierno, digamos territorial, existe el federalismo: una distribución de competencias entre la Federación, los Estados y los Municipios.
La Constitución Política establece las competencias de cada nivel de gobierno. En algunos casos son atribuciones conferidas, en otros por exclusión; y brinda la oportunidad para que, entre los tres niveles de gobierno exista una coordinación, como sucede –por ejemplo- con la cuestión fiscal y, se busca, suceda lo mismo con la seguridad pública. Sin embargo, la historia política documenta como la federación apabulla, agandalla y hasta se queda con la mayor parte. No respeta la autonomía y soberanía estatal, incluso, hasta desaparece a los poderes constituidos.
EL SUPERDELEGADO.
El nuevo gobierno federal ya mostro sus cartas: centralizar decisiones y acciones con solo un fin, tener mayor control de la acción de gobernar. Esa es, y no otra, la función que se atribuye al Supe delegado, la nueva figura que aparece en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; con la encomienda de ser responsable, en cada entidad, de los programas gubernamentales, para darles mayor agilidad, evitar el despilfarro, la desviación y distracción de los recursos federales.
Los gobernadores pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron que, entre las funciones nuevas de los delegados, se incluía ser el Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Pública. Entre reclamos, acusaciones y otras lindezas, apareció el senador Félix Delgado Macedonio y, de su ronco pecho, exclamo: que los gobernadores que no se ajusten a las nuevas reglas el Senado le puede desaparecer los Poderes, es decir, quitarlo...Ya no tendrán, los delegados, esa tarea, serán nombrados por el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
VENGANZA POLITICA.
La amenaza de Félix Delgado Macedonio en otras épocas ha sido una realidad. Era una forma del Presidente en turno de hacer valer su poder. En Tamaulipas la historia registra que fueron depuestos como gobernadores Luis Caballero (1918), Cesar López de Lara (1924) y Hugo Pedro González (1947). Pero fue en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez donde hubo desaparición de poderes, como en Sonora, solo para cumplir un capricho político y dejar sentado quien manda.
En el caso actual, efectivamente, el Senado es quien toma la decisión y se da la circunstancia de que MORENA, el partido del Presidente AMLO tiene pleno control y no les sería fácil tomar la decisión. Y en caso de hacerlo, el motivo sin la menor duda, sería que el gobernador depuesto no está cumpliendo cabalmente con sus tareas de gobernar, por corrupción, enriquecimiento inexplicable. No sería, o no debe ser, por un simple capricho de quien detenta, hoy por hoy, el poder político.
La reversa de AMLO, de dar marcha atrás a la decisión de que sus delegados fueran los secretarios técnicos del Consejo de Seguridad Publica en cada entidad, da muestras palpables de que, antes de tomar una decisión, escuchara a las partes involucradas. Claro, en este caso, cada gobernador como quien dice estará a prueba en su capacidad para gobernar y atender, en este caso, el tema de la seguridad pública, que es lacerante, cruel, espantoso, al menos en Tamaulipas.
PROTAGONISTAS.
ABELARDO PERALES MELENDEZ. Abogado, profesor de Derecho Constitucional y Derecho Administrativo en la Universidad, ha militado en el PAN, fue candidato a la presidencia municipal, ocupo el cargo de Secretario del Gobierno Municipal, hoy por hoy esta convertido en el Consejero Jurídico del gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Y como tal, asevera, que en Tamaulipas no es delito ganar más que el Presidente López Obrador. No hay, dice, a la fecha iniciativa que vaya en ese sentido en la entidad. Efectivamente, la ley que se aprobó es para funcionarios federales, no estatales. Y la verdad, no creo que formalicen, hagan una ley, similar a la federal.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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