AMLO: Esperanza retrasada
El 1 de diciembre de 2018 será histórico: de manera contundente, un partido con algunos visos de izquierda, llega al poder; Andrés Manuel López Obrador, no dijo, recordó, las expresiones que en campaña dijera Luis Donaldo Colosio Murrieta, pero es, sintetiza, la renovación de la esperanza de cambio que se tuvo en la elección de 1994. El pueblo mexicano sigue siendo guadalupano y conserva la esperanza del cambio, del milagro.
El PRI, según se observa, ahora si fue sacado de Los Pinos y, se prevé, que no regrese pronto, si es que llega a obtener respiración artificial. En el 2000 el PAN saco, por primera vez de los Pinos a los priistas; pero no fueron capaces de construir, en el arte de gobernar, las condiciones para una permanencia de más tiempo. Sus errores, las ambiciones personales, entre otras cosas, hicieron el milagro de un regreso efímero del PRI.
EXPECTATIVA CIUDADANA.
AMLO fue capaz de mover, de sacudir, la conciencia de los mexicanos. Claro, para lograrlo, se combinaron un conjunto de factores; entre ellos, que su discurso calo en el centro de la “mafia del poder”: terminar con la corrupción y la impunidad, acabar con la complicidad institucional, haciendo respetar el derecho y, como bien lo dijo, de arriba hacia abajo. Si el Presidente roba, todos roban… ahora, se entiende, será a la inversa.
Desde el momento mismo del triunfo de AMLO se han manejado situaciones de ironía, de ridiculez, haciendo perfiles futuros del comportamiento, como de los resultados. Para unos, serán catastróficos, dadas las primeras decisiones que –si ser gobierno-, ya tuvieron un impacto mínimo en la economía nacional. La respuesta ha sido clara: ¿nos puede ir mas mal, más peor, que 30 y tantos años de gobierno neoliberal?
GOBERNAR BIEN.
Los mexicanos todos, todos, tenemos que partir de una premisa: que el gobierno de AMLO sea bueno, que se cumplan las expectativas, para que a todo México, a ricos y pobres, les vaya bien. Esperamos, deseamos, efectivamente que el cambio de rumbo en la política gubernamental, porque por eso votamos por un cambio. El pueblo estaba asqueado, hastiado, de más de lo mismo, de promesas y más promesas, sobre todo de combatir la corrupción y esta se incrementaba.
AMLO tiene todo un proyecto sobre como gobernar. Sobre como impedir, por decir, despilfarros y gastos exorbitantes, cuando se pueden hacer de otra manera. Si acaba la corrupción, al centralizar –por decir-, las comprar, bienvenida pues esa centralización. El gobierno, a través de las compras, ha sido el forjador de nuevos ricos a lo largo y ancho de la Republica, sea a nivel nacional o en cada una de las entidades… el caso más emblemático son las medicinas.
LOS SUPERDELEGADOS.
Si hacemos caso a lo que sucedió en el último sexenio priista, de EPN, buena parte de los gobernadores se fueron grandes; hicieron y deshicieron con el presupuesto, sobre todo con el federal; lo escamotearon, lo escondieron, se lo robaron, en detrimento de obras públicas, de la educación y la salud del pueblo. Eso AMLO pretende erradicarlo: como la Contraloría, la Auditoria Superior, la Función Pública y la PGR fallaron, utilizara ahora a los llamados “Superdelegados”.
Es un principio de administración. Con el esquema anterior, cada Secretario –vía delegación-, impactaba en el gobierno estatal; y el Presidente, se entiende, ni se enteraba de lo que sucedía. Hoy, con los superdelegados, la supervisión de los recursos de la federación en los Estados será más estricta. Habrá, se entiende, una rendición de cuentas más expedita: los superdelegados serán los ojos y oídos del Presidente, para que la información sea más fluida. Choca, es cierto, con la autonomía de los Estados en caso de rebase, no se coordine, con el gobierno estatal.
REVANCHISMO POLITICO.
Hay, es cierto, un riesgo: que AMLO sea rebasado, digamos con hechos consumados, por los diversos actores de gobierno. Ya algunos han mostrado una cara, digamos de autoritarismo, de que son o serán poderosos, omnipotentes, y que, quien no lo entienda así, son enemigos. Como es el caso de Félix Salgado Macedonio, senador morenista, que amenazo a los gobernadores: desaparecerlos si no se pliegan a las decisiones, u órdenes, del gobierno federal. Autoritarismo puro que nace de tener el control de ambas cámaras. Y, a esto, además se puede agregar el lenguaje lepero de quien está anunciado como próximo director del FCE. Si prevalece esta actitud, este comportamiento, a partir de mañana se inaugura un gobierno que puede cumplir las expectativas de quienes hoy, por hoy, están convertidos en críticos severos del nuevo gobierno.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ