Delincuentes…
¿Dónde está tu mamá?, pregunta el reportero a una pequeña que lloraba aterrada pidiendo a su progenitora mientras una mujer la jalaba del brazo en la primera caravana migrantes y alegaba ser su tía y la entregaría a su madre en otro lugar y lo decía con todo y que la niña le miraba con miedo y desconfianza.
Las imágenes de la mujer que se contradecía y la niña asustada nos hicieron pensar si realmente todos los niños que llevan los migrantes son sus hijos o si en algún lugar de Centroamérica hay unos padres buscando y llorando por sus pequeños.
Ojalá solo sea percepción pero da la impresión que entre los migrantes va gente desalmada, utilizando niños ajenos como pasaporte, escudo, como carne de cañón.
“No huyo de mi país por la pobreza si no porque me están acusando de narcotráfico, si me regreso me van a encarcelar o matar, por eso le pido al presidente TRUMP nos reciba sino él será culpable de la desgracia de una familia”, dijo una mujer también de la primer caravana migrante en otra entrevista a reportera de una cadena de televisión.
“Quiero llegar a Estados Unidos para que me operen de mi pierna, recibí un petardazo cuando participe en la barricada en contra del presidente de mi país”, dijo un joven igual de la primer caravana cuando se encontraban en Chiapas.
“Soy uno de los sobrevivientes de la matanza de San Fernando, me les escape por una ventana, de hecho soy testigo protegido y voy para Estados Unidos”, explicó un hombre de aproximadamente 45 años, también integrante de la primer caravana migrante.
“Dice el presidente de mi país que yo soy delincuente, que vendo drogas, solo porque participe en barricadas donde hubo muertes”, dijo otro hombre al tiempo que incitaba con palabras altisonantes a los migrantes de la primera caravana a seguir avanzando en territorio mexicano.
Si de 7 u 8 mil centroamericanos que integran la primer caravana entrevistaron a un mínimo de personas y esos fueron sus testimonios, la pregunta aquí es, ¿cuántos traen esos antecedentes y si es la clase de seres humanos que debemos defender y permitirles el libre tránsito por nuestro país con el peligro que se generara el que se queden en nuestras fronteras?
Cierto, en la caravana va mucha gente inocente que huye de su país por la pobreza, la necesidad de una mejor vida pero quien sabe cuántos vayan amenazados y otra verdad es que muchos no son unas blancas palomitas, que solo se beneficiaran con el caso de los migrantes.
Un medio de comunicación nacional difundió un video donde hombres formaban a los de la primera caravana y les entregaba dinero exhortándolos a que siguieran adelante, ¿será que las caravanas están financiada por fuerzas oscuras?, es posible, de hecho no se organizaron solos.
Como la primera caravana ya había vulnerado la soberanía nacional ingresando violentamente a nuestro país, hasta agrediendo a nuestros policías sin que tuvieran sanción, no tardó mucho en llegar la segunda, el método de entrada ya lo tenían estudiado, un México con gente noble que apoya acciones humanitarias sin saber lo que hay detrás de cada movimiento y hasta medios de comunicación que satanizan a las autoridades a la hora que quieren impedirle el paso a más migrantes que reaccionan violentamente contra los nuestros.
Los de la segunda caravana fueron mucho más violentos, dañaron patrimonio de la nación, atentaron contra nuestras policías hasta con bombas molotov, ¿no será eso también violación a los derechos de los mexicanos?
No son solo esas dos caravanas ya está en camino la otra, y si la segunda fue más violenta que la primera, con gente encapuchada y armada, ahí les encargo como llegara la tercera.
Hasta cuando los mexicanos van a soportar que cualquiera llegue y abuse, no es que se quiera, como en otros tiempos ante una invasión violenta, se utilicen las armas para defender como se debe a la nación pero si se requiere ya no ser tan permisivos, exigir que quienes ingresen a nuestro territorio lo hagan de manera ordenada, si no son delincuentes que arreglen su situación migratoria o de lo contrario se les detenga y regrese a su país de origen, es deber de la nación defender su soberanía y cuidar que extranjeros no vengan a violentar más a los nuestros.
Insistimos, no es que se quiera como en otros tiempos que se usen las armas para defender territorio mexicano de invasiones violentas, porque en las caravanas también van niños y gente buena, inocentes, manipulados, pero lo que si se quiere es que quienes lleguen a nuestro país no generen más violencia, que respeten las instituciones, nuestro suelo, nuestra gente.
Rosa Elena González
Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10
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