Esta semana he publicado distintas observaciones sobre la forma que la Universidad Autónoma de Tamaulipas -UAT- ha cambiado y reorientado la forma de pagos a salarios y estímulos de sus docentes.

Para dar mejor explicación, hoy publicaré el punto de vista de estos procesos, de parte de un experto y conocedor de la Academia y la Investigación, el Dr. Alberto Ramírez De León, Nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores, actual Director de Apoyos al Profesorado y ex Director del Cotacyt y otros cargos educativos.

Pregunta: ¿Nos podrías explicar la forma que un docente de la UAT, pueda mejorar sus ingresos a la par de su salario?

Respuesta: A continuación, te explicaré cómo funcionan los estímulos y porque no todos los maestros de la UAT los buscan.

.... Hay factores que inciden en ello y los podremos conversar gradualmente. Los conozco por mi formación personal y las de mis colegas con los que crecí en la UAT, así como por la responsabilidad administrativa que me han asignado.

Es importante partir de que los estímulos son parte de nuestro sueldo, no solo un incentivo laboral. De esta forma, un PTC que no es SNI no está llevando el sueldo completo a su familia.

Pongámoslo en esta perspectiva:

Un PTC con maestría gana un salario base en el orden de los 16 mil pesos, en tanto que un PTC con doctorado gana 26 mil pesos (menos impuestos), por lo que, si te vas a dedicar a la docencia, es conveniente tener un grado de doctor. Pero si vas a tener un doctorado, este debe ser dentro de tu disciplina y en programas de calidad, para poder habilitarte como investigador y poder obtener la distinción del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Un doctor ha sido habilitado para desarrollar investigación de frontera, es decir, puede contribuir a entender cómo funciona el mundo o nuestro entorno inmediato. Si este profesor sabe algo que el resto del mundo desconoce y lo comparte, es recompensado salarialmente por su contribución a la humanidad. El único requisito es que lo que aporta sea cierto o probablemente lo sea, para ello debe reportarlo en medios de información validados por sus pares académicos, es decir, por otros, que al igual que él, entienden a profundidad lo que está comunicando. Eso se hace en revistas especializadas con calidad internacional.

El investigador que genera nuevo conocimiento entra al Sistema nacional de Investigadores (SNI), como candidato si lo ha hecho en una ocasión y como nivel 1 si lo hace en al menos 5 ocasiones. La gratificación que se le da por su contribución al conocimiento es una beca de 9 mil pesos si es candidato y de 15 mil pesos si es nivel 1 (es una beca por lo que no lleva impuestos).

En esta forma, un PTC con grado de doctor puede ganar hasta 41 mil pesos mensuales (26 mil del salario base y 15 mil del SNI). Es así que un PTC con maestría gana poco más de la tercera parte de su ingreso posible (16 de 41). En tanto un doctor que no es SNI pierde una tercera parte de su salario (26 de 41).

Aparte están los otros estímulos: ESDEPED ordinario, ESDEPED extraordinario y el estímulo institucional, que hacen que el PTC gane otros 5 a 30 mil mensuales adicionales, según su compromiso personal e institucional (aunque se entregan en partidas acumuladas).

Un profesor que hace carrera dentro de la UAT y se compromete con la institución puede ganar muy bien, pero debe contribuir a que los indicadores de la institución mejoren, lo que impactará favorablemente en su percepción económica.

Actualmente, el número de PTC que apoya en indicadores crece y con ello la calidad académica de la institución; esto, afortunadamente, se ve reflejado en el ingreso de nuestros profesores.... pero solo de quienes se comprometen. Otros buscan sus ingresos fuera de la UAT, sin comprometerse con su plaza, afectando la calidad de la educación institucional que se da nuestros jóvenes, ya que diluyen el esfuerzo, al ocupar un puesto y no desarrollar la función para la cual fueron contratados.

-Continuará la entrevista la próxima semana...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.