A partir del viernes pasado, la UAT emitió nueva convocatoria para concurso de estímulos del llamado Programa de Mejoramiento al Profesorado: PRODEP.

Uno de los motivadores más importantes, que aplicamos los que nos dedicamos a la docencia e investigación universitaria, es precisamente el cumplimiento anual conocidos como PRODEP, ESDEPED, Estímulo Extraordinario U040.

Además de la certificación Sistema Nacional de Investigadores, que otorga el Conacyt a los docentes que logran trabajos de investigación de impacto académico y publicados en libros y revistas reconocidas con factores medibles como JCR, SCOPUS o Revistas Conacyt.

Así como se registra tendencias de levantar cada día más las exigencias en las evaluaciones del profesorado de escuelas básicas de la SEP, a través del INEE, también en las universidades e institutos de educación superior se reconoce el aumento de control y medición de mayores niveles de exigencia académica e investigación.

Lo que justifica estas medidas a las autoridades, es decir que con ello se logran más y mejores profesores e investigadores; sin embargo, la contraparte representada por dichos trabajadores académicos, es tener la creencia que cada día se disponen de menores recursos presupuestarios, y por ello las instituciones buscan subir la canasta de exigencias para caer lo que se conoce como la dinámica meritocrática dónde gana más quién produce más.

A continuación reproduzco la entrada del programa PRODEP: "Este programa busca profesionalizar a los Profesores de Tiempo Completo (PTC) para que alcancen las capacidades de investigación-docencia, desarrollo tecnológico e innovación y con responsabilidad social, se articulen y consoliden en cuerpos académicos y con ello generen una nueva comunidad académica capaz de transformar su entorno". Significa que ahora deben ser docentes investigadores, pertenecer a cuerpos académicos, ser aspirantes al SNI Conacyt, contar con Perfil Deseable, superar grado de maestría, o sea doctorales. 

Si se investiga se debe publicar. Si se publica, sólo se puede hacer en editoriales de serio prestigio. Para ello cada día se acotan más a estas editoriales. Si son artículos en revistas, ahora estos serán en revistas arbitrados, indexadas y con factor de impacto. Aquí es lo más dificultoso. Las de impacto cada día son menos y estas son tan exigentes que cada vez es casi imposible que logren ser aceptados en sus publicaciones. En síntesis, se debe ser un serio escritor, indagador de teorías y modelos de originalidad, no plagiar ni autocitarse, en suma ser un perfecto intelectual que sea iluminado por la sabiduría y la creatividad. Cada día serán los menos por lo mejor. Lo excelente contra la mediocridad. Cada vez este modelo meritocrático estará depurando y descremando al ser superior dejando en el camino a los incompetentes. Así se entiende esto de ser mejor. 

Pero en contrapartida, los montos presupuestarios cada día van menguando más; tratando de interpretar que en realidad lo que se está buscando es subir las metas para poder repartir las menores cantidades entre los que puedan lograr las mediciones hoy extenuante y desgastantes. Hoy ya es más difícil llenar los indicadores y conformar las evidencias que hacer lo verdaderamente importante... impartir la cátedra y escribir artículos, capítulos de libros, libros en coordinación y libros individuales. Que decir en lograr alguna patente o un proceso innovador. Cuasi imposible de hacerlo. Esta es la cruel realidad. Este es el futuro de la educación superior.

No obstante que en el último informe rectoral de la UAT, dado a conocer en diciembre de 2017, se rezaban algunos de los logros de estos rubros los siguientes:

[...] Las universidades más competitivas se distinguen por su alto número de investigadores, patentes y publicaciones científicas. Por eso, desde el inicio de la administración aceleramos el paso en ese rubro.

Uno de nuestros principales objetivos fue ampliar el padrón de profesores de la universidad con membresía en el Sistema Nacional de Investigadores. En 2017, 146 profesores de la UAT forman 
parte del sistema; es decir, 72 más que cuando empezamos, y 14 más han sido dictaminados este semestre, de modo que la universidad iniciará 2018 con 161 miembros del SNI; un incremento del 
116% en esta administración.

Este año, la Revista de Psicología y Ciencias del Comportamiento y Ciencia UAT fueron incluidas en el Índice de Revistas Científicas Mexicanas de Ciencia y Tecnología del Conacyt...

Por todo lo aquí descrito, autoridades y académicos debemos reflexionar, cómo seguir administrando la escasez y la meritocracia, cómo hacerlo sin perder la motivación y participación activa de los integrantes, logrando superar nuestras diferencias y hacer coincidir nuestras principios y valores. Vale recordar que nuestra querida Universidad representa la más excelsa y más reconocida institución de prestigio de este Estado que sufre tiempos inéditos de ignominia y violencia. Es aquí donde podemos encontrar maestros y alumnos que luchemos y superamos el retraso en que ahora nos encontramos. Por ello con Verdad, con Belleza y con Probidad debemos unirnos y juntos trabajar en una misma dirección. Seamos facilitadores y no seamos represores del saber y entender. No echemos por la borda está institución que tanta historia y tanto trabajo nos ha costado construir...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.