(Pasado y futuro)

En fechas recientes me encontraba escudriñando entre escritos realizados en el pasado, encontrándome con uno en especial en donde presentaba mi óptica personal referente al mencionado en el título. En un pasaje en particular comentaba que para mí él era una persona que en el ámbito político administrativo iba a tener un buen futuro:

“Arturo Soto será una figura que no hay que perder de vista, definitivamente alguien con un promisorio futuro”

Recuerdo perfectamente que en ese entonces recibí diversos comentarios de personas que no concordaban con tal postura, que decían que sería él un político de “relumbrón”, que no llegaría a mucho, novato, iluso, entre otras cosas comentaban. Incluso personajes del ámbito político que prevalecía, en verdad lo hacían menos y hasta se burlaban por sus orígenes humildes. Por mi parte sostuve la postura, era una percepción personal sin algún fin en particular, ya que salvo algunos encuentros entre amigos en común y en alguna cena, no había tenido la oportunidad de amistar con él. Por un lado quizá haya sido hasta un afecto personal por el sector de la ciudad al cual él orgullosamente siempre se refirió, la colonia Azteca.

Mi madre fue maestra de la escuela primaria Francisco González Bocanegra, ubicada en la colonia Las Playas pero donde confluían estudiantes de todo aquel sector, inclusive creo que él también estudio allí, con maestras muy comprometidas como Lupita Alonso, Mireya, entre otras. Yo acudí varias veces a visitarla y convivir con sus estudiantes, a ella le daba un gran orgullo poder ser parte de un equipo que en su mayoría se preocupaban mucho por enaltecer a su escuela por medio de una enseñanza de calidad. En el caso de mi madre inclusive rechazando ofertas de otras escuelas y colegios particulares y llegando a obtener reconocimiento por aprovechamiento no solo de su zona escolar sino entre todas de la ciudad, con estudiantes de primeros lugares. Entre ese aspecto, el hecho de también saber lo que es ganarse las cosas con base en trabajo y por ser de una similar generación, eran aspectos que generaban empatía con su persona.

Después tuve la oportunidad de entablar una plática más personalizada con él y así poder llegar a conocer más de su forma de pensar, su ideología, planteamientos y carácter. Algo que gratamente me sorprendió, es que ponía mucha atención y preguntaba sobre temas que quizá el no dominaba tanto para absorber sapiencia y conocimiento. Y en ese momento es cuando refrende y me constó personalmente lo expuesto en aquella columna. El día de hoy ya sabemos que participó en dos campañas políticas, que ha ocupado diversos puestos en diferentes ámbitos político-administrativos, lo cual lo llevo a merecer la confianza del actual gobernador y ahora desempeñarse como subsecretario estatal. Su presente habla por sí solo,  fue artífice y pieza clave en conjunto con su equipo jovial y multifacético en la operación política en las elecciones pasadas en la zona centro y aún que en su encomienda ha tenido que entrarle con temas que generan controversia entre la sociedad, ha cumplido positivamente hasta el día de hoy. Quizá todavía con lecciones que aprender pero eso es tan parte de la vida como respirar.

Aquel joven político “de la Azteca” del cual se burlaban, ahora sigue enfocado labrando su propio camino, con un presente importante y con un futuro que lo pudiera poner en posición de contender de nueva cuenta en elecciones venideras, o ser para la causa que representa una pieza por dé más importante. Y ahora que suenan rumores de probables cambios en la estructura gubernamental, por los tiempos, falta de eficiencia, etc., pues hace más sólida la teoría de que no solo a respondido con lo que se espera de él sino que ha cumplido y con creces. ¿Cuál será su futuro? en verdad no sé y como expuse en aquella columna, no soy vidente para predecirlo pero lo que sí puedo ahora después de años reiterar, es que de seguir así le sigue esperando un promisorio futuro.  

Error, doble moral y ataques

En el caso mediático reciente del senador Cabeza de Vaca, está para analizarse con más calma y a fondo, claro que fue un acto no correcto, un evidente error pero deberían bajarle una o varias rayitas a las atizadas. No me salgan con infinita pulcritud y excesiva moralidad…pero eso mejor lo abordo después más a fondo.      

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)