¿México crece poco, Bajío crece más y Noreste se estanca?
A nivel nacional, el país no ha despegado en el crecimiento económico de su PIB, siendo el promedio de los últimos seis años menor al 2.2% promedio anual.
Se han dado diversas razones, siendo las principales, la crisis económica que vino de afuera, desde el año 2008, la caída de inversión privada en activos fijos, y principalmente, la menor inversión pública.
La baja inversión pública se ha convertido en un lastre que, en lugar de contribuir al crecimiento económico, le resta puntos.
Después de la crisis financiera de 2008 la inversión pública en México tomó un camino descendente del cual no ha podido salir.
Mientras en 2008 el gasto de inversión del sector público fue equivalente a 5.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en 2017 la proporción fue de sólo 3.1 por ciento, de acuerdo con cifras del Inegi.
Entre 2008 y 2017 la inversión pública descendió a un ritmo de 4.34 por ciento anual, en términos reales.
Sin embargo, a nivel regional y las 32 entidades estatales, es divergente y convergente este crecimiento combinado con estancamiento y hasta recesión en algunos estados de la República.
En el sureste se promedia una recesión general en Estados como Campeche, Tabasco y Chiapas, pero otros como Quintana Roo y Yucatán han despegado incluso arriba de la media nacional.
En el norte extremo, por otra parte, también tenemos altibajos notables, donde el noroeste crece más que el noreste. Así Chihuahua y Baja California superan el promedio de Nuevo León y Tamaulipas.
Pero sorpresivamente, el Bajío con Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco, por primera vez superan al promedio de crecimiento de toda la zona norte maquiladora de México.
Al grado tal, que ahora el presidente electo AMLO, propone reactivar la frontera norte a través de decretar una nueva zona franca con menores impuestos del IVA (8%) y del ISR (20%), duplicando el salario mínimo y homologando combustibles con EUA.
Por lo anterior, ayer publicó Luis González, director editorial del Periódico El Economista, que [...] La primera excepción a la regla está en la región del Bajío. Es la zona más dinámica de México desde hace tres lustros. El primero en destaparse fue Aguascalientes, con gobiernos del PRI, y luego Guanajuato con administraciones panistas.
En los últimos años se han sumado Querétaro y San Luis Potosí, que han vivido la alternancia. No hay fórmulas mágicas en el Bajío, pero sí algunas lecciones: trabajo sostenido en el tiempo, con visión de largo plazo; atención al desarrollo de la infraestructura, y esfuerzo constante en la formación de capital humano.
La segunda excepción está en el norte: Tamaulipas. Esta magnífica entidad lleva dos sexenios de crecimiento bajo, 0.7% en el sexenio de Calderón y 0.9% en los años de Enrique Peña Nieto.
¿Por qué Tamaulipas no crece? Es un estado que tiene todo: recursos naturales, población emprendedora, infraestructura e inmejorable posición geográfica, con costa y vecindad con Estados Unidos.
Su desempeño económico es el más deficiente, entre los estados de la frontera norte, en buena medida porque es una entidad que no ha podido resolver la situación crónica de violencia y crimen.
Tamaulipas es un ejemplo de que estar en el norte puede ser un hándicap: su posición geográfica lo ha vuelto muy atractivo para la operación de los grupos criminales. Es un estado que debería protagonizar grandes noticias económicas, pero gana más “primeras planas” con notas de crimen y violencia.
Hablando de violencia, el caso de Colima es interesante. Hace 10 años, era uno de los estados más tranquilos y ahora encabeza los rankings de inseguridad, pero este deterioro no se ha visto reflejado tanto en el PIB. Crecía 3.9% en el sexenio de Calderón y ahora promedia 2.9 por ciento. Sigue estando por encima del promedio nacional. ¿Cuánto tarda la violencia en golpear al PIB? Ésa es la cuestión [...] Fin de la cita El Economista.
Por todo lo aquí citado, Tamaulipas tiene ante si un triple Reto:
Se informa que actualmente, se potencializan más de 200 mil millones de dólares en el sector energético, de los cuales cerca del 40% se estima aterricen en Tamaulipas. Este es el tiempo y el momento de retomar el crecimiento económico y sobretodo, que este se refleje en beneficio del pueblo.
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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