Quijotes de mi infancia
En más de una ocasión hemos recordado la expresión de Ana María Rabatte: “en vida, hermano, en vida”, para hacer alusión al homenaje que se rinde a quien, hombre o mujer, niño o adulto, que ha trascendido por sus actos en su entorno. Este tipo de homenaje, se entiende, es un reconocimiento a quien ha sido exitoso o ha desarrollado actividades que tienden a impactar en la sociedad. Son personas que trascienden en vida por sus hechos.
Hoy, sin embargo, quiero hacer mención especial al caso de personas que, aun después de varios años de haber fallecido, siguen despertando el ánimo, la alegría y el reconocimiento de propios y extraños por su talento, por su entrega a causas sociales. Específicamente quiero referirme a Nicandro Puente Eguía, muralista, originario de Jaumave, con quien compartí acontecimientos y eventos en mi vida estudiantil.
VIVIR POR UNA CAUSA.
Nicandro Puente Eguía nació en Jaumave y falleció hace 13 años. Y ahí en Jaumave se le hizo, el 14 de agosto, un sentido homenaje organizado por las autoridades municipales y de la cultura en la entidad. Ahí, su esposa Lucero Guzmán, detallo los inicios de Nicandro en la pintura; como de niño, ahí en Jaumave, pintaba hasta en la tierra, luego será alumno y maestro en la casa del Arte. Hasta convertirse en el muralista que trascendió las fronteras tamaulipecas y las de México.
En mi caso, conocí a Nicandro en la Logia AJEF Juan Escutia No. 1, fue su líder; y luego fuimos compañeros en la Escuela Preparatoria Nocturna para Trabajadores; ahí fue el Presidente de la Sociedad de Alumnos y, como tal, recuerdo mi primera incursión fuera de Tamaulipas: organizo la participación de un contingente en un Congreso Estudiantil en Querétaro. Eran tiempos de ideas radicales; de cuando, se decía, ser estudiante y no ser un revolucionario es una gran contradicción. Así aprendió a vivir por una causa.
CONVERSACIONES EN LA CASA DEL ARTE.
Nicandro fue profesor en la Casa del Arte, al tiempo que inicio la licenciatura en Administración Pública. Y fue ahí, en la Casa del Arte, donde junto con Rosales y otros, de vez en cuando aprovechado los ratos libres conversábamos (no fui alumno, pero no había problemas como hoy, para entrar a visitar a los maestros) y los temas eran de clase, pero sobre todo, de los problemas políticos que se vivían haciendo referencia a los textos que en ese tiempo nos daban en clase universitaria: textos de Lenin, de Marx, de Rosa Luxemburgo, de Antonio Gramci.
Fue ahí donde Nicandro dio muestra de cómo la teoría había que llevarla a la práctica. Su sentido de pertenencia a la clase campesina, del rezago social, lo hizo tomar conciencia de como en la vida hay que tener congruencia. Y busco nuevos horizontes: se convirtió en muralista, esos que dejan testimonio y que son recuerdos del fruto de una lucha social. Así, en México fue activista, se identificó con los grupos que con marchas y plantones hacían notar su inconformidad hacia las políticas públicas. Vivió como se lo dicto su conciencia.
LOS QUIJOTES DE MI INFANCIA.
Algunos de los murales de Nicandro están en la Ciudad de México, entre ellos: Tlatelolco, raíz y expresión de México, en el edificio Aguascalientes; Homenaje a la mujer, en el edificio Molino del Rey; Tlatelolco, héroe y mártir de las libertades, en el edificio General Anaya y Tlatelolco 1985: sismo y resurrección, en el edificio de la sede de la Central Telmex de la zona, todos ellos de más de 30 metros de altura. La obra es, obvio, más amplia, incluso con participaciones en exposiciones en el extranjero, como España, Bélgica, entre otros países.
Y en Jaumave Mireya Lucero Guzmán y Tamara Puente Guzmán, esposa e hija, hicieron la donación de una réplica del políptico “Los quijotes de mi infancia”, es de gran formato, óleo sobre papel grueso. Fue elaborado para conmemorar los 400 años del libro “El Quijote”, para la feria internacional del libro en Guadalajara, en 2004. Es una obra descriptica y hasta explicativa de lo que fue la infancia de Nicandro. Por eso, ahí se observan a personajes como El Che Guevara, Cristo, Gandhi, así como elementos de la infancia como juguetes, imágenes de un voceador… cuentan, se entienden, las visiones, las ideas y la vida de Nicandro en su infancia y juventud.
PROTAGONISTAS.
ENRIQUE FERNANDEZ SALINAS. Es el subsecretario de Promoción y Participación de la Secretaria de Bienestar Social y presume como el Estado ha sido capaz de estimular la participación de asociaciones civiles. Específicamente presume el acuerdo con rotarios del distrito 41-30: por cada peso que aporten los rotarios el gobierno del Estado aportara dos. Así, reitera, es como se pueden enfrentar rezagos en materia alimentaria, salud, educación y servicios a la vivienda, entre otros. La cuestión, en todo caso, es que no quede solo en el discurso o en el boletín sonriente.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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