Se podrá decir muchas cosas del candidato López Obrador pero de algo que no se le pude acusar, es de no ser coherente en su crítica. Coherente con los señalamientos que viene haciendo desde hace ya algún tiempo atrás. Quizá muchas veces no se puede decir que es congruente pero si hay que reconocer que aunque sus comentarios seguramente sean causa de debate interno dentro de su equipo, por las consecuencias que estos puedan traer, el firmemente los reitera. Uno de ellos que ha venido mencionando en diferentes escenarios, es el señalamiento a una “minoría rapaz” tanto en el sector empresarial como político en nuestro país. Y eso ha causado sentimientos encontrados en la sociedad y en especial en el sector empresarial, quienes dijeron sentirse aludidos por tales declaraciones. Por su puesto que fue algo que sus adversarios retomaron para magnificarlo y tacharlo de ir en contra de aquellos que generan desarrollo cualitativo para México.

En verdad se me hace increíble que a estas alturas quieran salir a defender lo indefendible y más aquellos personajes, empresas y/o consorcios que se han beneficiado enorme y descaradamente de la forma en que se manejan las cosas en nuestro país. De la clase política sin vergüenza ni hablemos, de ellos nos queda muy claro que su interés máximo es el mantener el estatus quo, procurando que el sistema siga siendo vulnerable y aprovechable para sus siniestras intenciones. Lo peor de todo esto es que ha sido el pueblo quien ha permitido que muchos de estos deleznables buitres sigan aprovechándose de ellos. Entonces, ¿Qué si López Obrador tiene razón al decir que existe una minoría rapaz que quiere acaparar todo? ¡Claro que sí!, el negarlo esta de tontos e ingenuos por no decir otra cosa.

Simplemente analicemos el significado de rapaz según el diccionario de la lengua española:

Rapaz: Inclinado o dado al robo, hurto o rapiña.

O acaso alguno de ustedes por demás estimados lectores se atrevería a aseverar que en nuestro país, estado, municipio o ciudad, ¿no existen ejemplos de esta minoría?

Pensamiento…

Si no ponemos al menos un espanta pájaros, los cuervos seguirán chingándose la mazorca… 

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)