Penuria magisterial
Hoy se festeja el Día del Maestro. Es la oportunidad para recordar, no solo a nuestros maestros, sino también como, hoy en día, están viviendo una situación difícil, complicada, que nace por la ineficiencia e incapacidad de un sistema administrativo. Problemas magisteriales que no son de hoy, casi de siempre, y que ningún titular de la Secretaria de Educación ha sido capaz de resolver.
Todavía recordamos como Julio Pimienta, siendo subsecretario de educación, despotrico e contra de sus propios compañeros y luego, en su momento, hizo notar que no entendía la problemática de pagos a los maestros. Que una y otra vez, dijo, lo había comentado con el Secretario Héctor Escobar. Y, todo hace indicar, no tiene para cuando acabar.
PROTESTA MAGISTERIAL.
El lunes 7 recrudeció la crisis magisterial. Un centenar de maestros protestaron por la ineficacia de la Secretaria para cumplirles: a unos, no les han pagado, les deben hasta un año; otros, relatan, ya ganaron en examen una plaza y esta no les llega. En esa ocasión el Secretario Escobar no los atendió y luego declaro que la protesta había sido infiltrada con fines políticos. Lo cierto, incuestionable, es que el momento se aprovecha para todo.
Incluso, mal se vio el Secretario Escobar, puesto que los maestros fueron recibidos por Cesar Verástegui y Pedro Silva; los escucharon y les ofrecieron su intervención para avanzar en la solución del problema. Y también hicieron ruido en el Congreso del Estado y Glafiro Salinas Mendiola ofrece, también, mediar y hasta pedir explicaciones a Héctor Escobar.
HABLA CON DIODORO, LE RECOMENDARON.
Una de las múltiples quejas, de todo el año, pero que se recrudece cuando inicia o concluye un ciclo académico, tiene que ver con las plazas asignadas. Se hacen exámenes para optar a una plaza, obvio, los demandantes rebasan las plazas; pero uno de los problemas es ese, que hay profesores que ganan una plaza, pero ahí en la SET una y otra vez les dicen que no hay nada. Así, el peregrinar día con día, ventanilla tras ventanilla, hasta que unos se cansan y otros buscan “palancas”.
Así sucedió con un trabajador de la SET. SE quejaba con y otros compañeros: su hija presento examen, aprobó y obtuvo una plaza. Pero no se la daban, hasta que le recomiendan hablar con Diodoró. Lo escucho, pidió informes y, ¡Eureka!, ahí estaba la plaza… dijeron que nunca se había presentado. Total, por órdenes de Diodoró, se le dio la plaza y hasta la pagaron de manera retroactiva. ¿Qué necesidad, en serio, o ánimos solo de fregar?
¡LE QUITARON LA PLAZA!
El siguiente caso lo conocí. Un compañero de Secundaria, maestro de primaria, un día le notificaron que ya, ¡por fin!, seria supervisor: con más de 30 años de antigüedad, cumpliendo los requisitos, le habían negado tal posibilidad. Así que, emocionado, nos compartió su felicidad. Sin embargo, un día se nos perdió, dejo de comunicarse con nosotros, hasta que por fin nos enteramos: está viviendo una penuria administrativa, o perversidad, si es que tiene un nombre: Le notificaron que hubo un error en su nombramiento como supervisor y que se cancelaba… pero también le cancelaron su plaza, su clave, esta sin sueldo.
Cuando nos platicaron su caso, obvio, todos nos lamentamos, pero otro compañero del ámbito sindical, nos dio una explicación: su caso es grave, porque no está recibiendo sueldo, pero ya demando y va a ganar el pleito, todos los pierde la Secretaria, porque es un abuso, una arbitrariedad que cometen con él. Así, sin duda, debe ser. Pero, la pregunta es: ¿Cómo es posible que se cometan, de un plumazo, este tipo de errores?
VALOR DEL MAESTRO.
Una y otra vez, gobernantes y políticos, magnifican el papel y el rol de los maestros. Les echan flores por su dedicación… pese a eso, por lo que se ha vivido en los últimos días, los maestros de Tamaulipas viven una tragedia: la culpa la tiene, sin duda, una mafia burocrática que hace de las suyas. Es corrupción administrativa, que se transforma en delito de los servidores públicos, si con esa abulia obtienen ventajas y prerrogativas que nada tienen que ver con el sueldo que perciben quincena tras quincena. Los maestros esperan respuestas claras del Gobierno y Héctor Escobar no se puede hacer el ¡sorprendido!
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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