Al ser épocas electorales el ambiente político se pone más tenso y por ende también los enconos, enfrentamientos, denostaciones y dimes y diretes. Y esto viene siendo parte de una forma de ganar adeptos y posicionamiento por parte de los distintos actores que buscan tundir al otro desacreditándolos, para después querer demostrar que ellos son la mejor opción. Que si él es parte de una mafia del poder, que sí lo de independiente le duró hasta que la avaricia le ganó, que si es un ex priista resentido, etc. etc. Aún que no comienzan oficialmente las contiendas electorales para las alcaldías, se nota vía redes sociales una clara intención de crear páginas especiales para desde allí torpedear a tal o cual o para glorificar al suyo.

Sí la información que se maneja es cierto, es algo que se puede comprender, el querer exponer una falta de trabajo de una administración en perjuicio de la ciudadanía a la que representa. El siempre tener una contraparte crítica, obliga a estar más atentos en el trabajo que se realiza y cuidarse más de no cometer pifias que después las usaran para recriminar. La gente es así, le gusta ser crítica y  aun cuando no conozca bien sobre cierto tema, toma mucha de esa información que circula como una realidad para demostrar un desencanto que por alguna razón guarda. ¿Pero qué pasa cuando existe un golpeteo sistemático que busca visiblemente desacreditar pero más por el hecho de enturbiar el ambiente que con la genuina intención de exponer una falta de trabajo?

Un caso muy palpable de ello lo podemos ver en la capital del estado, numerosos sitios en páginas como Facebook, twitter, medios informativos electrónicos, se encargan de tundirle duro al alcalde en turno y a su administración, alegando deficiencia y/o negligencia en su trabajo que termina por repercutir negativamente en la sociedad. Y sí, en algunos casos tienen mucha razón en ciertos temas, gobernar nunca será fácil, pero que pasa, cuando opositores, regidores, empresarios, contrincantes, etc., continuamente critican ferozmente sin mucho respaldo serio, números contundentes. Se dice que los números son fríos y no mienten, pero es más fácil para ellos verlo al revés, “Los números son para mentir y por ende se vuelven fríos”

Se dice que no hay obra pública cuando es la administración que más ha invertido en ello, que una gran cantidad del presupuesto se lo gastaron en una obra que no lo ameritaba (libre 17) cuando este representa solo el 6 % del total del presupuesto, sin contar que el gobierno estatal no solo respaldó la obra desde un principio sino aportó más de la mitad del dinero. Que se talan árboles indiscriminadamente cuando se realizó un estudio con ayuda de grupos ambientalistas que detectaron que una cantidad de árboles se tenían que talar por enfermedad, edad o por representar algún riesgo. Que el alcalde no está al tanto de los problemas de la ciudad cuando ha sido precisamente él quien se ha distinguido por estar desde tempranas horas de la mañana recorriendo esta misma. Que el tema del agua no le importa cuando se han llevado a cabo más acciones e inversiones que en otras administraciones, etc. etc.

Con esto no busco quitar de culpa lo que bien no se hace y claro que sé que los baches, cuestiones del agua, algunos funcionarios grises o con falta de capacidad para ejercer sus funciones son causantes de una crítica más que merecida, pero si expongo que el mentir y aprovecharse de una ignorancia colectiva de la cual dicen defender, no es la manera apta para hacer las cosas. Cuando se hace de esta manera habla peor de aquellos que lo hacen que de aquellos a los cuales buscan afectar. Al final del día es simple y sencilla difamación, vulgos chismosos que buscan captar la atención generando mayor encono social a través de la siempre apetitosa desacreditación.

Sabedores que en nuestra idiosincrasia y cultura, las novelas son aquellas que por millares se ven y no las que comúnmente se leen…

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)