La excelencia política
Anoche asistí a una reunión de liberales. Ahí David Rodríguez Alvarado, como líder de los mismos en la entidad, reitero su planteamiento de que es necesario, imprescindible, orquestar un proceso de cambio que tenga como punto de partida, trabajar en pos de la excelencia. La verdad, sus palabras en lo general, creo que en los momentos actuales son un llamado de atención para todos, ciudadanos, trabajadores, padres de familia.
Estar en busca de la excelencia es, en principio, un magnifico propósito: implica imprimir a todos nuestros actos y decisiones un plus que debe incidir en los resultados. Y es que, en todos lados, sea en la empresa, en la ONG´s, el gobierno, en la familia, en todos lados, la excelencia es un imperativo del siglo XXI. En pocas palabras, hay que hacer bien, en orden, todas las cosas. Por eso, eso de juntos y en armonía, no es demagogia.
MEJOR CIUDADANO.
La política, por ejemplo, es la mejor profesión: la más noble, porque demanda, en principio, una vocación de servicio a todos, al resto de la población. De ahí, entonces, que en cualquier sociedad, una de las primeras cosas que se debe buscar es que haya ciudadanos de excelencia: si, de excelencia, porque en ellos, los ciudadanos, en una democracia descansa tomar decisiones para elegir a quienes nos gobiernan. No es fácil, hoy en día, ser un buen ciudadano.
Para ser buen ciudadano no basta con ir a votar. Para hacerlo es imprescindible disponer de ciertas herramientas: información suficiente, veraz, oportuna. Pero sobre todo, disponer de una conciencia cívica: discernir entre uno y otro partido político o candidato, de tal suerte que votemos por aquel que vaya más de acuerdo a nuestra forma de pensar. Lamentablemente, hoy en día, la población mexicana –y la tamaulipeca-, se deja llevar por lo inmediato, por aquello que sirve más a sus intereses personales, que a los colectivos… y es, el pobre, el que no tiene recursos económicos, agarra la despensa o lo que le den por su voto.
POLITICO MEDIOCRE.
El sistema político mexicano tiene una dinámica que no responde a las necesidades de la población por una sencilla razón: el reclutamiento político, según lo estudian Roderic Ai Camp y Peter H. Smith entre otros, no se base en méritos ni en capacidades de las personas. No, lo que prevalece es un reclutamiento político entre la familia y la camarilla en el poder. Ahí tienen, por ejemplo, a José Antonio Meade, que fue reclutado para representar a los intereses de mafia en el poder, no del pueblo, cuya campaña política-electoral no prende.
Y Ricardo Anaya ha sido tachado de traidor, de trepador sin escrúpulos, incluso de ser un lavador de dinero –enriquecimiento inexplicable-, que ya hasta fue multado por usar los spots del INE para defenderse y hasta atacar a un medio de comunicación. En esta coyuntura, el escenario -que nadie puede negar- es que todo se conjunta para que Andrés Manuel López Obrador se convierta se convierta, por obra y gracia de las circunstancias, en el mejor candidato presidencial. Al menos, eso dicen, determinan, las encuestas.
MEJOR CANDIDATO.
AMLO aparece como el mejor candidato a la presidencia de la Republica porque tiene muchos años con el mismo discurso: contra la corrupción, contra la impunidad, contra la mafia del poder. Y en el IV con un discurso fresco, juvenil, pero comprometido aparece Alejandra Cárdenas, que pelea por ser la diputada federal. Y es, sin duda, me mejor candidata por una sencilla razón: es una cara nueva, fresca, que día con día va demostrando capacidad y empatía con la gente, con los electores.
Alejandra recorre las calles, las colonias, los mercados de la capital, así como los ejidos de uno u otro municipio, y ahí, mirando de frente a hombres y mujeres, establece el compromiso de ser su voz, por eso les pide que alcen la voz, que no se queden callados, que no sean indiferentes. No hace promesas incumplibles: pero, de ser una representante digna, que alzara la voz y representara su sentir. Esa es, sin duda, una excelente forma de hacer política y mostrarse, cual es, ante el pueblo, sencilla y comprometida.
EL GOBIERNO DE LOS MEJORES.
En la antigua Grecia, Platón el filósofo estaba en contra de la democracia, decía que debía gobernar una elite, la más preparada. Hoy en día, la mayor parte de los países del mundo viven en una democracia, un poder del pueblo; pero todos, sin embargo, desean tener al mejor gobernante: y eso que, como en el caso de México, de pronto hay gobernantes que presumen estudios hasta de doctorado en el extranjero y al final, como Javier Duarte, muestran que están hechos de la misma madera: de políticos pobres, se convierten en políticos ricos. Logran la excelencia en la corrupción.
Comentarios:
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Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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