Los topes de campaña
Hace días me encontré, salude pues, a mi compadre Omar Medina, actual regidor en Güemes. La pregunta fue obligada: ¿Cuándo vas a ser candidato a presidente municipal?, y la respuesta fue inmediata. “No tengo dinero, compadre”, para ser candidato, hoy en día, se necesita dinero. Y hasta hizo un comentario más: “Ya le aconseje a Arturo (López, es candidato del PRI) que no gaste el dinero a lo tonto. Recordé las palabras del Profesor Hank González: “político pobre es un pobre político”.
Efectivamente ambas aseveraciones se convierten en una realidad, o en un obstáculo, para hacer político hoy en día. Basta ver, dar una revisada, a los topes de campaña que en días pasados acordó el IETAM para los candidatos a la presidencia municipal: en San Nicolás se pueden gastar hasta 48 mil 807 pesos con 33 centavos y en Reynosa más de 2 millones 668 mil pesos. Por lo que se ve, hasta tienen que ser ricos los candidatos.
EL FINANCIAMIENTO DE LAS CAMPAÑAS.
Una campaña, obvio, se hace con dinero. Para este efecto, la ley electoral establece que hay dos vías: la pública, que es el dinero que el IETAM entrega a cada partido político; y el que se recibe de los particulares, de los amigos que se “mochan” para los gastos o que aportan en especie. Por ejemplo, no sé si lo hagan los panistas, pero durante años, elección tras elección, el gobierno “comisionaba” a buen número de sus servidores públicos a las campañas. Se daban, pues, sus mañas, sus trucos, para justificarlos.
Por lo regular en los medios de comunicación nos enteramos de cómo, unos y otros amigos de los gobernantes, reciben contratos o incluso nombramientos de buen nivel. Se entiende, se acepta –no formalmente-, que es la forma de retribuir los “méritos” de campaña. A los que invirtieron en un candidato, y gana, reciben de esa manera una retribución. De otra manera, no es posible pensar –sí, pensar-, que alguien tiene el valor de invertir a fondo perdido. Por eso, los gobernantes –sean presidente municipal, gobernadores o presidente de la república-, llegan al poder con un sinfín de compromisos.
GASTO DESPROPORCIONADO.
Hay una realidad que no se puede soslayar. Una cosa es el tope de gastos, establecido por la autoridad electoral, y otra muy distinta, lo que sucede en la práctica: rebasar un tope de campaña, para unos y otros candidatos, es muy fácil: basta ver las movilizaciones, los inicios de campaña o los cierres multitudinarios con la trakalosa u otro grupo musical. Por eso, posteriormente, casi todos los partidos políticos son multados: porque no pueden justificar tanto gasto y, prefieren, no entregar suficiente información, prefieren la multa.
Veamos, por decir, el caso de Reynosa: ahí, tanto José Ramón Gómez Leal, el J.R como candidato de MORENA o Maki Ortiz, están autorizados a gastar, cada uno, hasta 22 millones de esos más 668 mil más. Júrenlo, si, júrenlo, que vas a gastar eso y más: la cuestión es cómo los reúnen; obvio, con el debido y correcto registro de su procedencia y la justificación de cada uno de los pesos y centavos. Hay la certeza de que, todos, pero todos los candidatos –o casi todos-, rebasan el tope de campaña, y eso nos recuerda la situación que se vivió en Coahuila: donde el candidato del PRI y el PAN rebasaron topes, luego hicieron ajustes y al final gano el que, dijeron, menos rebaso el dichoso tope.
ESCENARIO ECONOMICO DE CANDIDATOS.
Si nos atenemos a la percepción del pueblo, de antes y de hoy, se tendría que decir que el PRI ya no tiene el control gubernamental de programas de acción; luego entonces, como ese lo tiene ahora el PAN, llevan esa ventaja que los hace más competitivos y con más oportunidad de ganar una y otra elección. Y siempre, antes, partidos opositores como el PT, el PRD o incluso hasta MORENA, enfrentaban la carencia de recursos económicos hasta humanos.
El escenario se ha modificado: con la percepción de un triunfo casi seguro de AMLO, su partido MORENA, ha logrado integrar a candidatos –unos expriistas, otros expanistas-, que no cojean por la falta de dinero; y si no lo tienen, si cuentan con suficientes posibilidades de conseguirlo vía aportación de sus amigos. Tal es el caso, por decir, de José Ramón Gómez Leal en Reynosa, de Carlos Canturosas en Nuevo Laredo, que son ya candidatos publicitados por MORENA, aceptados pues. Si esto sucede en más de un municipio, entiéndase, será de pronóstico reservado la lucha por más de una presidencia municipal.
GASTO MENOS.
Reunidos un candidato y su coordinador de campaña, el primero se quejaba de su derrota. Y le echa la culpa a que el otro candidato gasto más dinero. No piensa que pudo ser un mal candidato, ni que utilizo una estrategia equivocada o que errores y traiciones pudieron ser la causa de la derrota. Ya fastidiado de tantas quejas, el coordinador le responde, diciéndole: no, mi candidato, usted perdió por solo una razón: “gasto menos dinero”. Sobran las explicaciones, pero a veces, se cuenta, el dinero se desvía o tan simple, no se gasta.
Comentarios:
http://melitonguevara.blogspot.mx/
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ