México,(Notimex).- En ocasión de la promoción de su más reciente sencillo “La ciudad liberada”, el cantautor argentino Fito Páez aseguró ser un hombre obscenamente libre.

“Soy un hombre obscenamente libre. Siempre hice lo que quise y, casualmente, me tienen miedo. Pero ser así no es un riesgo tan fuerte como estar en primera línea de guerra, en la trinchera con una bayoneta, eso sí es un riesgo”, afirmó a Notimex.

Luego de presentarse, el pasado fin de semana, en la 19 edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, que se llevó a cabo en el Foro Sol, el artista continúa en la Ciudad de México para hablar acerca de este álbum en el que aparece “desnudo” en la portada.

“Pusimos el cuerpo de mi novia María Eugenia Martínez Kolodziej con mi cara. Recuerdo que cuando Charly (García) vio la portada dijo: ‘Ché, qué buenas tetas tienes, qué buenas tetas te hiciste’”.

“La ciudad liberada” es el título. Es la parte de una frase que recoge de un texto del poeta y escritor argentino Néstor Perlongher, afamado en la década de los 70. Fue uno de los fundadores y referente principal del Frente de Liberación Homosexual en Argentina.

“Él decía: ‘Vivir y amar en una ciudad liberada’. En una ciudad liberada la gente puede usar cualquier cosa. Es una ciudad en cuyas plazas explota el amor, de sexo desenfrenado; es decir, no entraría dentro del marco de la civilidad. Sería una ciudad bastante incorrecta, pero mucho muy divertida”.

Si bien, opina, todo esto sería una utopía, asegura que él todavía vive de utopías y la ciudad liberada es una de ellas.

En ese sentido, al autor del emblemático tema “El amor después del amor”, también aplaudió que la sociedad, aquella a la que hasta cierto punto se le considera marginal como las comunidades transexuales, lésbicas o gays, hoy en día estén tomando visibilidad en todo el mundo al pelear por sus derechos.

“Las mujeres, especialmente, tomaron bandera y van adelante. Están generando una revolución muy llamativa en Occidente contra los feminicidios y a favor del aborto”.

Consideró que toda revolución de esta naturaleza debe hacerse con “salvajura”. Sí habrá caídos, señaló, “porque no se toma el parlamento con buenos modales, pero hay que celebrarlo porque los artistas de todos los géneros nos hemos dedicado a buscar las libertades.

“Cualquiera que luche por sus derechos, ya sea mujer, hombre, gay, transexual o asexuados, serán bienvenidos en la comunidad de todos los que peleamos por los derechos de todos a través de todos los ámbitos. Es una revolución totalmente celebrada”.

“La ciudad liberada” tiene mucho de México, destacó Fito. Se trata de un país al que viene seguido, ya sea por trabajo, para visitar a los amigos o simplemente para descansar.

“En México me siento más liviano que si estuviera en casa, pues en casa me observan y me retan mucho. Aquí me consienten mucho más”, resaltó.

Crear temas no tiene un proceso en específico, dice. No es que se levante de la cama y diga: “Voy a componer de 9 a 12 del día, eso lo hacían Mozart o Beethoven; los músicos populares hacemos canciones y trabajamos algunas que nos interesan, aún más en los arreglos de armonías y ritmos”.

“Uno escribe y hace música de la misma forma que respira. Te agarra en el avión, en el baño, en la ducha, en el piano, en el camerino o esperando un taxi en la calle. Estás con las ideas jugando y no hay un horario específico. A lo mejor hay gente muy caótica que necesita un orden, en todo caso, yo soy totalmente caótico y disfruto muchísimo el desorden”.

Cuando a Fito Páez se le pide hacer un análisis de los “Fitos” que ha sido a lo largo de su trayectoria artística, el ídolo de masas prefiere asegurar que simplemente es el hijo de su padre y de su madre.

“No voy a entrar en esos dilemas. He tenido un destino, he tenido suerte, he tenido voluntad y he hecho con la música un camino hacia la libertad. Es difícil de examinarse. Sé que adentro de una persona viven un montón de personas y si eso le pasa a los demás, también me pasará a mí”, concluyó.