Cuando una persona forma parte del voto duro de un partido político o ya tiene definido su voto, difícilmente otro instituto podrá convencerlo de irse a sus filas.
Los ataques que pueda recibir su candidato así sean reales y comprobables solo afianzarán al atacado entre sus seguidores.
Decir que Andrés Manuel López Obrador es beneficiado por el crimen organizado, o que Ricardo Anaya es un vividor del sistema o que José Antonio Meade es un títere del secretario Videgaray, sería desestimado por sus seguidores.
Y así se presenten pruebas irrefutables, los de hueso colorado no las creerán y se aferrarán a la idea que todo forma parte de un complot para desacreditar a su “gallo”.
Si a esto le sumamos una declaración del candidato asegurando que son mentiras, patrañas y embustes, aumentará mucho más el apoyo de sus seguidores.
¿Entonces por qué se desgastan los políticos con ataques de estiércol contra sus adversarios?
En campañas electorales hay tres importantes grupos de electores, los que integran el voto duro, los blandos y los indecisos y podríamos agregarle los que nunca votan. El primer segmento no es fácil convencerlos, solo les quedan los blandos, indecisos y los que nunca votan.
Un grave problema que tiene México es el alto porcentaje de abstencionismo que hay en cada proceso electoral, casi de un 40 por ciento en elecciones presidenciales, sobre ese importante grupo muy pocos se preocupan por enamorarlos.
Y vuelo a preguntar ¿Por qué insistir en campañas de ataques, donde tal pareciera que los candidatos piden al ciudadano votar por el menos bandido, por el menos corrupto o el menos populista?
Si bien las campañas se ganan a base de emociones, también existe un grupo importante de electores que lo hacen por razones.
Entonces ¿por qué los candidatos en vez de perder tiempo en tirar estiércol contra su adversario y este último lo pierde en defenderse y tirar más basura, lo aprovecharan para conquistar al electorado que cada vez su desilusión es mayor por la clase política que nos cargamos?
Es cierto que todavía estamos en los procesos internos de los partidos, en una clara simulación autorizada por las autoridades electorales para que los institutos políticos paseen a sus candidatos, pero ¿por qué desde ahora no poner en la agenda las emociones y razones que ayuden a conectar, comunicar y convencer a los que les darán el triunfo?
Pensar en que van a ganar con su voto duro, es de ingenuos.
Elegir a quien va a conducir a este país en los próximos años, no es un reality show, ni tampoco puede ser un espectáculo de guerra sucia, de basura... de mierda.
Creo que los candidatos deben de basar sus campañas en lo importante, decirnos cómo se imaginan a México en los próximos seis años, decirnos qué se está jugando en esta elección... sencillamente mostrarse como lo que son: Hombres y mujeres que están tocando a nuestra puerta para que les demos trabajo en esta gran empresa que se llama México.
Le pregunto caro lector: Si usted tuviera o tiene una empresa ¿le daría trabajo a alguien que se presente sin decirle a qué se compromete, sin darle referencias personales, sin presentarle un plan de acción? Y además le pide que le paguen bien, que le dé seguridad para él y su familia... y súmele que después de seis años le tiene que dar una pensión vitalicia, siendo honestos ¿Le daría el trabajo?
Ahora cámbiele a los candidatos. ¿Estaría de acuerdo en contratar como presidente de México a cualquiera de los que se mueven y que solo se dedican a denostar, envenenar y no garantizan el país que requerimos y merecemos?
Ojala y por el bien de México, no nos apasionemos y votemos por el mejor, por el empleado que creemos que nos ayudará a salir de este pozo en el que nos han metido esos que se han dicho nuestros empleados.
Ojala y por el bien de México, los que aspiran a gobernarnos sean capaces de enamorarnos con razones y emociones y no solo haciendo despertar en nosotros el encabronamiento por las condiciones en las que estamos.

Pd.- El título de este artículo era solo para llegar al punto en que los que ya están convencidos, así les digan “hasta misa” no van a dejar de darle el apoyo al candidato, y con todo respeto, creo que esos segmento no están a discusión, sino todos aquellos a quienes todavía no nos convencen los que aspiran a convertirse en Presidente. (por tanto tranquilos, no se apasionen)

Comentarios: @Marco_Esquivel

Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.

Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.