El próximo primero de enero de 2018, la Universidad Autónoma de Tamaulipas va a iniciar una nueva era en su historia, que con el rector José Andrés Suárez Fernández, tiene las mejores expectativas. Viene la UAT de una gestión exitosa e inicia otra que se ve será más exitosa, la de un hombre que conoce a fondo a la Universidad, sus problemas, sus retos, posibilidades y alcances: sabe quién es quién, conoce los programas, sabe el rumbo que lleva la máxima casa de estudios, entiende los pendientes y los proyectos y conoce a todos los actores universitarios. Al nuevo rector no habrá quien le pueda contar las muelas.

Aunque yucateco de nacimiento, José Andrés Suárez Fernández es ya parte de la historia de Tamaulipas en donde ha vivido prácticamente toda su vida. Es el rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas número 18, desde que Issac Sánchez Garza fuera designado en 1956 como primer encargado de la máxima casa de estudios de Tamaulipas.

El Rector Suárez Fernández inició el proceso legal para lograr que se reconociera al Sindicato de Catedráticos de la UAT y después de un camino nada fácil logró que los tribunales federales reconocieran a esta organización magisterial y con ello sindicalizó a los maestros de la universidad. La UAT, actualmente, tiene dos organizaciones sindicales: la de trabajadores y la de maestros. El hoy Rector fue el primer Secretario General del primer sindicato de maestros y por ello conoce también el trato para con los trabajadores.

En los cargos en los que se ha desempeñado el hoy Rector, ha aplicado una estrategia que es infalible para lograr el éxito en una institución educativa: cuida al máximo la gestión académica, aplica en sus labores la máxima capacidad y basa su quehacer en una estricta planeación, observando cada uno de los elementos que la componen, marcando tiempos y movimientos y suma voluntades, lo que al día de hoy le ha redituado gestiones exitosas.

Suárez Fernández no es ningún improvisado en los temas de la academia y la planeación educativa. Allá por 1984, enviado por el entonces rector José Manuel Adame Mier, fundó la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Rodhe, antes facultad de Ciencias Agroindustriales, la cual inició con cinco carreras: tres de ingeniería y dos licenciaturas, y logró que esta unidad, en 1989, ofreciera tres nuevas carreras en el área de computación.

Y desde esa posición que él hizo eminentemente académica, Suárez vinculó a la UAT con empresas trasnacionales y nacionales como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, trabajando en proyectos de investigación que le generaron ingresos económicos muy importantes a la Universidad.

Desde entonces, Suárez Fernández ha visto pasar a 5 rectores de la Universidad y en medio de ello, ha encabezado diversas actividades académicas, ha participado también en la lucha sindical y ha ocupado diversas direcciones.

Este buen resultado de la nobel facultad le valió a Suárez Fernández continuar en el área de planeación y escolares en la actual administración rectoral. Además, a Suárez Fernández se le reconoce por la importancia que da en sus gestiones a la formación de los recursos humanos. El nuevo rector de la UAT es un hombre que sabe y conoce la importancia de dar oportunidades a las nuevas generaciones y de formar equipos. Y él lo practica en sus propios proyectos.

La historia de José Andrés Suárez Fernández y sus credenciales y logros académicas y administrativos, lo colocaron en la línea final de la sucesión de Enrique Etienne Pérez del Río quien, encabezó una gestión rectoral, que puede ser calificada como gestión de transición, una gestión bisagra, que ha permitido a la Universidad Autónoma de Tamaulipas avanzar en sus objetivos académicos, administrativos y de transparencia, y qué a la llegada de José Andrés Suárez Fernández, habrán de consolidarse. La UAT va bien. La UAT irá mejor.

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