En días pasados mi vehículo repentinamente se apagó, empezó a fallar el motor y justo en un lugar de mucho tráfico se averió. Por suerte, en un último intento alcanzó a prender solo para dejarme estacionarla y ahora sí negarse a definitivamente arrancar.  Muchos podrán decir que es algo normal, que los vehículos motorizados lo harán de vez en cuando y claro que así es pero en este caso me llamó la atención, ya que recién lo había llevado a hacer un servicio de afinación mayor en conjunto con cambio de frenos a Bosch Car Service, ubicado por la tienda Wal-Mart central aquí en Cd. Victoria. Siendo muy honestos, el trato que recibe uno es muy bueno con gran amabilidad y disponibilidad de servicio, cuestión que fue lo que me hizo llevarlo desde un principio al habérmelo recomendado un amigo. En esta ocasión me puse en contacto con ellos ya que me sorprendió que fallara mi vehículo si el diagnóstico que ellos me dieron en conjunto con la afinación mayor no tenía ni dos meses de haber transcurrido.

Un amigo del trabajo revisó el motor y trató de encenderlo y me comentó que todo parecía que la gasolina no estaba pasando bien, a ojo de buen cubero por supuesto, pero conocedor él de motores. Pero a su vez me dijo que era raro ya que no debería presentar tal falla cuando recién lo checaron, solo que fuera la bomba de gasolina pero que al ser un vehículo reciente era poco común que fallara. La cuestión es que dado el caso mandaron unas personas a revisarlo, las mismas que le pusieron un escáner y este arrojó falla en diversos sensores y no pudieron hacer que prendiera. Total tuve que remolcarlo al taller (Bosch) cuestión que me generó el primer pagó de lo que después me enteré debió de ser innecesario. Dos días se quedó mi vehículo en el taller mientras me decían que lo estaban revisando, que estaba muy raro el caso. Finalmente me llamaron a que fuera a recogerlo, ya que ya habían solucionado la falla. Al principio me dijeron telefónicamente que “calibraron” los sensores cosa que no es cierto, como me explicó después un amigo, (los sensores no se calibran, solo muestran la falla o si acaso no sirven más y hay que cambiarlos) y que desarmaron no sé qué tantas cosas, que por ello el cobro iba a ser de arriba de 1000 pesos, sumados al arrastre del vehículo dando una cantidad de arriba de los 1600 pesos.

Al llegar allí y solicitar una explicación a lo sucedido, me siguieron diciendo (cual mecánico de taller abusivo y que quiere aprovecharse de la situación o esconder su falla) que como había dicho mi amigo, que la gasolina no estaba pasando bien y que eso había sido lo que causó que se apagara, que le habían cambiado el filtro de la gasolina y que había quedado. Pero allí comenzó el descontento fuerte, ya que le dije que el cambio de filtro estaba contemplado en la afinación mayor y que yo había pagado para tal servicio y que no tenía ni dos meses. Y allí me sacó otra vez la “mexicanada” diciéndome:

“si señor sé que suena raro y en verdad no es muy común que pase pero lo bueno era que lo habían solucionado y que inclusive el filtro de gasolina no me lo cobrarían”

No me revisaron el filtro y por ende no lo cambiaron y por eso falló y ahora no solo no respetaron la garantía sino por una omisión de ellos tuve que pagar arriba de 1600 pesos. Viéndolo directamente a su cara le dije:

¿En verdad me estás diciendo que quieres que crea que ustedes sí cambiaron el filtro y que en menos de dos meses se ensució tanto como para que no pasara bien la gasolina? ¿Y si es así porque no me lo están cobrando? Y no solo eso, sí es cierto que eso pasó, ¿entonces dónde está la falla de mi vehículo que hizo que eso pasara? Ya que en el diagnóstico escrito no venía nada de eso descrito, solo un cobro por mano de obra a secas. Ni la puesta de cambio de filtro lo habían puesto ¡y claro! Por qué de hacerlo confirmaban en documento escrito su omisión y que nunca tendría yo que haber no solo pasado por tal situación sino mucho menos pagado por ello. Me dijeron que tenía que hacer el pago si quería que liberaran mi vehículo. Al estar visiblemente molesto y por tener mil cosas pendientes, lo hice y me fui.

Es triste que sigamos con esa cultura mediocre, abusiva, ese es el México que ya no quisiéramos ver pero que tristemente muchos hacen para que no desaparezca. Desde los políticos, negocios, y muchos que no entienden que con esas acciones solo siguen alimentando el monstruo que se ha vuelto, la injusticia, la corrupción e impunidad. Se podrán promocionar como una excelente opción y con un trato y servicio profesional pero al final de cuentas en este tipo de casos terminan siendo unos viles hampones, rateros, corruptos, mentirosos y de más. En verdad quizá mucha gente no lea esta columna al no tratarse de algo político u otro tema pero para los que lo hagan, sepan que en tal lugar te estafan también.

Muy mal para la gente de Bosch o quien haya tomado la determinación y/o decisión de no ser honestos y hacer su trabajo bien. De mi parte no me sobra el dinero y claro que cala que se aprovechen de ti, pero les recuerdo que esta vida da muchas vueltas y que cuando uno menos se lo espera o donde menos quiere, se regresan las cosas. Mientras pueden tomar los billetes hacerlos rollito y ya saben por dónde les deseo puedan colocárselos.  

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)