Matamoros, Tamaulipas.- El caso del presunto abuso sexual en contra de un menor en una escuela Primaria, de parte de otro compañero es bastante delicado, pues se trata de niños que en definitiva, necesitan atención, afirmó la encargada del Módulo de Psicología del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Sandra Leticia Ramírez. 

Y para brindarles esta atención es necesario conocer su entorno, la familia, su escuela y amiguitos se tiene que ver, pero sobre todo, apoyar y no etiquetar porque eso es bien delicado ya que se habla de menores de once años.

Estableció que es fácil identificar a un niño con problemas, sobre todo en su conducta y quienes más se relacionan con ellos son los maestros que están diariamente en el aula, e identifican cambios de conducta, reacciones que son importantes.

La profesionista destacó que son los maestros quienes los vieron ingresar al ciclo escolar con una actitud y con el paso del tiempo cambian a un modo agresivo, reservado, más arisco, los que tienen que mandar llamar a los padres, platicar con ellos, ya que la comunicación es indispensable y de ahí tratar de buscar soluciones.

Indicó que comúnmente en un caso como este, el agresor en el pasado fue víctima, aunque no generalizó, pero sí resaltó que el entorno familiar se encuentra en conflicto en la mayoría de los casos, en donde siempre, o casi siempre, hay una consecuencia.

Mencionó que ambos menores pueden mejorar su conducta, pero se tiene que trabajar mucho en ellos y de manera conjunta, es decir, entre familia, maestros, especialistas y ellos mismos “no es trabajo de uno solo”.



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