Este viernes abordé en mi columna sobre la fragilidad de las fronteras de Mexica y de Tamaulipas, en caso que se renegocie en contra de México al TLCAN, o que incluso sea cancelado por los caprichos del presidente Donald Trump.

Hoy acordaré el tema donde Tamaulipas y Texas forman el núcleo más importante comercial y económico entre EE.UU. y México, dado que dé los 28 puentes que une a Texas con México, 15 DE ubican el Estado de Tamaulipas. Pero el más importante comercialmente, se ubica con el puente Nuevo Laredo III, por donde cruza más del 30% del comercio terrestre entre ambos países.

Así Tamaulipas y Texas coinciden en más de 320 kilómetros de frontera, y nos unen tres de las principales ciudades espejo de los dos países, entre los dos Laredos, Reynosa y McAllen y Matamoros con Brownsville Texas.

Por otra parte Texas comparte 2,018 kilómetros de frontera con Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, la cual se encuentran entrelazada por 28 puentes y cruces internacionales. 

El reporte de CEIGB señala que México es el principal socio comercial de Texas, por lo cual alrededor de 382,000 empleos en el estado dependen de esta relación comercial y añade que “en una hipotética cancelación del TLCAN y la consecuente aplicación de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) al comercio texano-mexicano podría significar costos de más del 15% del PIB estatal de Texas”. 

Por su parte, California comparte frontera con Baja California y de acuerdo con la Secretaría de Economía, el 15.4% de todas las exportaciones del estado van a México. 

A su vez, se estima que “1 de cada 33 empleos en el estado -aproximadamente 550,000-, son resultado del comercio con México”. 

Finalmente, el comercio entre Arizona y México ascendió en 2016 a 15,777 mdd, al mismo tiempo que, a través de los dos principales cruces fronterizos -Nogales y Douglas- “transitan casi 30 mil mdd en comercio de bienes destinados a todo el territorio estadounidense”.

El 18 de mayo de 2017, el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, informó oficialmente al Congreso mediante una notificación oficial, de la intención del Ejecutivo de iniciar  negociaciones para “modernizar” el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Mediante este anuncio, la Casa Blanca inició un período de negociación de 90 días con el 
Congreso sobre las disposiciones que buscarán modificar en el acuerdo.  

En caso de que el Presidente estadounidense decida romper con el TLCAN y establecer un impuesto fronterizo a las importaciones provenientes de México, enfrentaría al menos dos consecuencias desfavorables para el propio Estados Unidos. 

En primer lugar, y considerando que buena parte de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos cuentan con hasta 40% de insumos estadounidenses, el impuesto distorsionaría la dinámica de integración productiva –especialmente en la industria automotriz – y provocaría un incremento considerable en bienes importantes de consumo, lastimando a los consumidores en ambos lados de la frontera. 

Y en segundo, asumiendo que México implementará medidas de retaliación contra el hipotético impuesto fronterizo estadounidense, los exportadores estadounidenses enfrentarán costos 
crecientes. 

Y como ya se ha visto, para los cuatro estados fronterizos de Estados Unidos (y para 
muchos otros en el resto de la Unión Americana), sus exportaciones a México son una parte muy importante de sus economías.

En última instancia, los estados fronterizos tanto mexicanos cuanto estadounidenses deben asumir que sus intereses como región económica no necesariamente son los mismos que los de sus capitales. 

A la luz de una somera evaluación del potencial impacto de las políticas de Donald 
Trump, es claro que éstas son completamente ajenas a los intereses de la franja fronteriza binacional. 

En este contexto, conviene recuperar algunas de las recomendaciones que surgieron en el arranque del Gobierno de Tamaulipas de Francisco García Cabeza de Vaca, que por su condición de ser el primee gobernador ciudadano binacional, por contar con la doble nacionalidad, cuenta con ciertas fortalezas y contacto a que pueden ayudar en caso que se compliquen las renegociaciones del TLC.

Así declaraba el gobernador en el mes de agosto pasado que (...)

García Cabeza de Vaca sostuvo que el estado de Texas, con quien se tiene 17 cruces internacionales, el mayor número de ellos en toda la frontera con Estados Unidos, revela por sí sola la importancia comercial y social entre ambos países.

“Estamos convencidos que los gobernadores y sobre todo los fronterizos podemos abonar en esa negociación porque tenemos identificados a nuestros aliados naturales, en el caso de Texas, el cuarenta por ciento de las exportaciones que tiene ese estado al mundo son hacia México y muchas por pasan por Tamaulipas, hay afinidad, lejos de ser competencia nos complementamos”, señaló el Ejecutivo tamaulipeco.

Señaló que la visión que tienen los gobernadores fronterizos es esa, de complemento, por lo que se hará ver esta postura a los tres países para poder integrarnos más y ser más competitivos que lo estamos haciendo con todos los países del mundo.

“Si nos complementamos con mano de obra mexicana, con tecnologías avanzadas de estos países, quienes serán los que van a ganar, pues entiendo que los consumidores al tener productos a bajo costo y de alta calidad, sería un beneficio regional”, señaló García Cabeza de Vaca.

De acuerdo con lo informado, serán veinte mesas de trabajo y en todas ellas se hablará de mejorar, afirmando que la postura de México será la de mejorar en todo sentido aprovechando de mejor manera las ventajas de tener un acuerdo comercial con esos países. Fuente: El Sol de Tampico. 18/08/2017.

Sean los resultados que sean, Tamaulipas tiene ante sí una grave amenaza que a la vez es una gran oportunidad, en caso de fallo contrario a México del TLC.

La oportunidad es encontrar nichos de negocios y proyectos bilaterales, entre los propios texanos y tamaulipecos, consientes que seriamos los grandes perdedores en caso de imponerse la decisión de Trump.

La frontera en un radio de influencia de 200 kilómetros entre ambos lados de frontera, se convierte en una área santuario de comercio, industria, servicios y turismo binacional, que con políticas públicas regionales y de interés mutuo, pueden ser potencializados con Acciones como la oficina de representación del Estado en San Antonio Texas, que sirve de catapulta para hacer sinergias contra políticas centralistas discriminatorias. Aquí García Cabeza de Vaca tiene la oportunidad de demostrar de que está hecho...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.