Ayer por la mañana, como fue del dominio público, fue detenido el ex Gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, acusado por peculado y lavado de dinero. Ayer mismo, al medio día, fue internado en el Centro de Ejecución de Sanciones de la capital del estado.

Durante meses, se venía hablando sobre el lobo que venía y no llegaba. Y si bien es cierto que el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, tardó en poner orden en la casa, también es cierto que tardó porque su antecesor, Egidio Torre Cantú le dejó hecho un verdadero muladar el estado y las finanzas.

Los actuales funcionarios tardaron en poner orden y reconstruir las historias de corrupción e impunidad que permearon en las anteriores administraciones estatales y municipales. Y ayer, el Gobernador dio el manotazo en la mesa, con argumentos, con documentos y con el rastro de los multimillonarios negocios con que algunos se sirvieron y que sintieron les permitirían vivir con lujos ofensivos, a ellos, a sus familias, y a sus cuatro o cinco generaciones siguientes, como mínimo.

En lo personal, yo pensé que el seguimiento de los abusos públicos sería al revés, de abajo para arriba. Pero evidentemente el escenario cambió diametralmente: el ejecutivo del estado empezó la limpieza de arriba hacia abajo.

Ayer mismo, personajes cercanos al ex gobernador se preocuparon, muchos se escondieron y otros mejor pusieron pies en polvorosa, ante la amenaza de la barredora que puede llegar en algún momento.

Y entre los personajes que ya estaban preocupados y que incrementaron su nivel de angustia, estrés y depresión, están los ex alcaldes de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas y José Elías Leal, quienes tienen mucho que explicar sobre su escandaloso paso por el Ayuntamiento reynosense y su veloz enriquecimiento. Cosa de recordar que ambos personajes llegaron a la alcaldía con una mano adelante y otra atrás y en tres años salieron investidos como verdaderos potentados y magnates.

Hace un par de colaboraciones le decía yo que hay una investigación federal en curso por el abusivo agandalle de José Elías Leal con los recursos federales de la SEDESOL, etiquetados como programas de empleo temporal y que fueron a parar a sus cuentas personales, de José y de otro personaje político relacionado con el tema, dejando a los reynosenses sin el goce de esos programas que deben ser para los ciudadanos que menos tienen, y que José, de manera deshonesta y abusiva los usó para sus negocios personales, como la compra de su Hotel en la Ciudad de San Miguel de Allende. Cosa de rascarle más al tema y habrá de salir mucha pus.

También en la lista de investigados, estarían el ex alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantú Rosas Villarreal, el de Altamira, Armando López Flores y muchos hablan del actual mandatario Matamorense, Jesús de la Garza Díaz del Guante, así como de “algunos” de sus colaboradores, quienes de acuerdo a versiones se estarían sirviendo con el cucharon de los recursos municipales en perjuicio de la sociedad de aquel municipio.

En la lista se nombran también a personajes cercanos al ex Gobernador Egidio Torre Cantú, quienes lucraron y se enriquecieron con contratos de comunicación social, del equipo de Fútbol Correcaminos y en dependencias del ejecutivo del estado. Un verdadero festín de seis años a costa de los dineros y las necesidades de los tamaulipecos,

Y en la lista habría otros más quienes se están papeando actualmente de los recursos que son del pueblo. Insisto, si bien es cierto que el mandatario tamaulipeco tardó un año en iniciar la limpieza de la casa, también es cierto que hubo que reconstruir las instituciones públicas de Tamaulipas que el ex Gobernador, Egidio Torre Cantú, dejó saqueadas y convertidas en un verdadero muladar en beneficio de él mismo y de algunos “abusivos” de sus colaboradores.

Estas acciones refuerzan, sin duda, la confianza en Tamaulipas, en el Gobierno de Tamaulipas y en la administración del Gobernador García Cabeza de Vaca.

¿Quien sigue de ser llamado al banquillo de los acusados? Se abren las apuestas.

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