Penal de Ciudad Victoria: Las rejas, no les impide volar
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- A sus 50 años de edad, Roberto se inscribió al Tecnológico de Victoria para escribir un nuevo capítulo en su historia aún detrás de las rejas...
Sí, Roberto lleva ocho años pagando una deuda con la sociedad y gracias al programa de educación a distancia para las Personas Privadas de la Libertad, ahora estudia ingeniería en Sistemas en el interior del penal de la capital de Tamaulipas.
“Aquí inicié los estudios terminé la secundaria, bachillerato y ahora estoy en este nivel. A mí me gustaría ingeniería Agronomía, son las oportunidades que hay aquí, industrial y en sistemas”, cuenta.
Como él, otros 117 reos aprovechan la oportunidad que les dan en la cárcel de estudiar.
Pero no ha sido tarea fácil, el director del Penal José Manuel Montaño dejó la comodidad de su escritorio para convencerlos.
“Platicaba con una persona… de qué sirve que te dé un papel que no sabes qué dice a lo mejor te están culpando de algo y tú ya firmársete sin querer, entonces qué tienes que hacer, cambiarlo”, dice mientras explica cómo aborda a un interno.
Y añade “Un día cuando tú salgas y seas una persona diferente debes de tener la secundaria para que tengas un trabajo que es básico, es parte de la reinserción social que estamos buscando, que ellos sean diferentes que tengan una forma honrada de vida”.
Otros internos se han involucrado en dar clases a sus compañeros, como María y José Luis, hablan de sus recompensas
“La mayor satisfacción es cuando el alumno termina la primaria, el alumno aprende a leer, el alumno termina su secundaria y me dice gracias, esa es mi gran satisfacción mía de que él logró algo importante dentro de la institución”, dice María quien tiene una condena de 20 años y siete por cumplir.
Mientras José Luis, quien está en la cárcel por robo de vehículo, da su opinión.
“La satisfacción es que llega una persona y le dices escribe tu nombre y te dice no sé y al paso del tiempo ya puede escribir su nombre, ya puede enviar una carta a su ser querido que está afuera, ya puede escribir gracias por escrito y de ante mano el asesor, el reconocimiento no es para uno, sino un Dios que nos da la competencia”, dice con sus manos juntas.
Historias de éxito se siguen contando, como la de Juan Antonio, de origen guatemalteco quien en dos años terminó la primaria y ahora está por concluir la secundaria… él cuando fue internado en el Cedes no sabía leer y ni escribir.
“Llevó dos años y me enseñó la primaria y ahora estoy presentando la secundaria y me siento orgulloso por poder aprender todo lo que me ha enseñado mis asesores”, dice.
Y añade “lo que ellos saben (su familia) es que yo salí de allá sin saber leer”.
Actualmente de los 118 internos 27 aprenden a leer y escribir, 38 estudian primaria, 33 la secundaria, en la preparatoria hay 15 y en la universidad otros cinco.
Gracias a los esfuerzos por cambiar la historia del Penal de Ciudad Victoria, el número de internos interesados en estudiar, hizo que la matrícula creciera en un 400 por ciento.
Montaño Maguey dice que están en la búsqueda de apoyos para instalar una biblioteca y es que la que existía fue consumida por el fuego durante uno de los tantos motines que se han registrado en este año.
Algunos estudiantes también pidieron el apoyo ciudadano para mejorar las condiciones de su escuela, y es que por ejemplo el área de computadoras está sin aire acondicionado y eso podría provocar el daño de los equipos.
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