México,(Notimex).- El centro de acopio de la Cruz Roja Mexicana de Polanco se convirtió en una expresión social de la solidaridad, pues desde el sismo desde el 7 de septiembre pasado se volcaron los voluntarios y las donaciones para apoyar a los damnificados.

“El acopio de víveres se inició con el terremoto que afectó a los estados de Oaxaca y Chiapas pero se incrementó a raíz del sismo del 18 de septiembre”, señaló Fernando Rivera Muñoz, coordinador Nacional del Voluntariado de la Cruz Roja Mexicana, institución que continúa llevando víveres a los afectados.

Y es que, abundó, la ayuda nunca va a ser suficiente hasta que el gobierno decrete el cierre de las operaciones; “mientras, hay que ayudar, mínimo el centro de acopio de la Cruz Roja estará otros ocho días más, hasta que el gobierno de otra instrucción”.

Ante esta situación, llamó a la población a continuar ayudando a los damnificados por los pasados sismos, con productos que más se requieren en este momento como: aceite, lentejas, sardinas y leche en polvo, así como papillas y cereales para bebés.

“Al principio la gente es muy sensible y trae cosas, pasa un poquito de más tiempo y hay una curva normal de distribución y participación y entonces empieza a bajar; ahorita ya no hay tanto acopio como al principio, al principio se desbordó y ahorita está bajando”, señaló.

Dijo que los víveres son llevados a los estados de Chiapas, Oaxaca y Morelos, donde en los próximos días se seguirá requiriendo apoyo porque el sismo dejó severas afectaciones y la recuperación será lenta.

El coordinador Nacional del Voluntariado destacó que la misión de la Cruz Roja es atender a la población en casos de conflicto armado y desastres y mitigar el sufrimiento, así como preservar la vida y la salud, tal como lo están cumpliendo en este momento.

Rivera Muñoz felicitó a todos los mexicanos por la fortaleza que demuestran a pesar de la tragedia, “somos muy resilientes, reconozco que hay mucho dolor también y que la mejor manera de poder mitigarlo es ayudando, siguiendo instrucciones".

Al día, además, la sede de Polanco alberga a cerca de mil voluntarios, quienes llenos de energía colaboran para aminorar la desgracia por la que están pasando muchos mexicanos; son organizados en tres turnos para que todos puedan participar.

“Es demasiada gente, tenemos que dosificarlos de una manera muy compleja; por un lado hay sensibilidad de mucha gente que quiere ayudar pero por otro no tenemos cabida para más gente en el centro de acopio porque sólo caben 250 civiles, más los nuestros”, indicó Rivera Muñoz a Notimex.

Además, apuntó que en este centro de acopio se ven muchas pasiones humanas, “hay gente que se enoja, hay gente que llora, hay gente que está alegre, y eso es un poco lo que hay que capitalizar como mexicanos después de estos eventos tan trágicos”.

En las afueras de la Cruz Roja de Polanco, este viernes siguen llegando jóvenes, niños acompañados de sus papás, así como adultos que quieren incorporarse al voluntariado, sin embargo, al haber tanta participación, por el momento esta sede ya no tiene cabida para más personas.

Dana Gracía se prepara en la Cruz Roja de Polanco para ser Tecnico en Urgencias Médicas, y se ha mantenido en el centro de acopio desde el sismo del pasado 7 de septiembre que azotó a Oaxaca y Chiapas.

"Estamos aquí desde hace semanas haciendo el acopio, recibiendo todos los alimentos que nos traigan, clasificándolos porque también vienen cosas caducadas, y ayudando a bajar las cosas del camión", dijo mientras terminada el primer turno.

Ante la emergencia que atraviesa Mexico, la joven ha visto que todos los mexicanos somos muy unidos y que todos tenemos ese espíritu de colaboración, pues hasta la Cruz Roja de Polanco ha llegado gente de muchos estados de la República.

"Yo le digo a los mexicanos que pongamos un granito porque lo necesita México, tanto aquí en la Ciudad de México como en otros estados y ya nos dimos cuenta que sí nos podemos unir y podemos levantarnos", finalizó.