Hay obispo para rato
El obispo Antonio González Sánchez se abstuvo de calificar el primer año de gobierno de Oscar Almaraz Smer y prefirió que sea el pueblo el que juzgue las acciones del alcalde. Al ser entrevistado al término de la misa dominical en la Catedral, el jerarca católico respondió en forma breve cuando se le pidió evaluar a la administración municipal y si el alcalde ha respondido a las expectativas de los victorenses. “Eso que se lo califiquen los otros ciudadanos, yo también soy ciudadano; así me quedo, prefiero que los otros ciudadanos lo califiquen”.
El dirigente de la Iglesia Católica se pronunció a favor de los encuentros ciudadanos que el presidente municipal ha sostenido en las recientes semanas, con el fin de someterse al juicio ciudadano pues “definitivamente sí son buenos”, dijo en forma escueta y señaló que desconoce las aspiraciones del munícipe y si busca reelegirse al frente de la alcaldía, pero en cualquier caso insistió en que la calificación de su trabajo debe provenir de la sociedad civil, que es la que avalará una posible reelección, sostuvo (según reporte del periodista José Gregorio Aguilar).
En idéntica y categórica opinión se refirió al primer año de gestión de gobierno del reynosense Francisco García Cabeza de Vaca, argumentando que el ciudadano común siempre es el mejor juez para calificar el desempeño de sus gobernantes. “Pues es lo mismo, creo que el pueblo debe calificar las acciones de sus gobiernos en cualquiera de sus niveles; y pues en este caso es el ciudadano el mejor juez del papel que han hecho en este primer año”.
Al cuestionarle sobre el proceso que el Instituto Electoral de Tamaulipas puso en marcha, el representante de la Iglesia hizo votos porque quienes aspiran a un cargo de elección popular sean personas comprometidas con el servicio público. “Es lo mismo que digo cada vez que hay procesos y campañas electorales: yo espero que quienes se postulen a un cargo de elección popular tengan realmente genuinas aspiraciones de servir a los ciudadanos”, concluyó.
Por cierto, según El Diario, El obispo AGS negó la versión de que será transferido de la Diócesis de Victoria y aseguró que continuará al frente de este cargo eclesiástico. El rumor de su supuesta reubicación surgió después de que desde hace días él mismo ordenara una serie de cambios en las diferentes parroquias que conforman la Diócesis. “No, para nada, quizá sea porque quieren que me vaya”, dijo entre risas y enfatizó que eso “está descartado por completo”.
Al hablar de la rotación de vicarios en las parroquias de los municipios que conforman la Diócesis, AGS aseguró que se trata de movimientos normales y benéficos para los sacerdotes y para la comunidad, sin que hasta el momento ninguno de los clérigos se haya opuesto a sus decisiones. “Es bueno para el sacerdote y para la comunidad. Hasta ahora nadie se ha opuesto y a menos que la causa sea muy fuerte, pero recuerda que cuando un sacerdote se ordena, promete obediencia y respeto al obispo”.
Las parroquias de Bustamante, Tula, Villagrán, El Chorrito, Soto la Marina, Abasolo, El Barretal, así como la Catedral de Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia de San Isidro y la Divina Providencia de esta ciudad tuvieron rotación de sacerdotes. “Por ejemplo, el de Abasolo va para Tula y el de Tula para Villagrán y así sucesivamente”, explicó el representante de la Iglesia Católica en la zona centro. González Sánchez admitió que entre los feligreses hay cierto desconcierto e incluso, sensación de tristeza por el cambio de vicarios.
“Sí hay un poquito de desconcierto entre los feligreses, pero gracias a Dios los seglares siguen queriendo a los sacerdotes. Somos humanos y el sacerdote se encariña con la comunidad y la comunidad con ellos, pero entienden que es normal; a veces les ofrecen una despedida con cierta tristeza, pero con alegría llega otro y a lo mejor el que llega resulta mejor que el que se fue”.
Por otra parte, al cuestionarle sobre el regreso a clases, el obispo exhortó a los maestros a ejercer su profesión con vocación y que no se distraigan en otras cuestiones que nada tienen que ver con la educación, mientras que a los padres de familia les pidió que se sumen al proceso de enseñanza-aprendizaje, inculcándoles a sus hijos el respeto que deben guardar por la figura docente.
Los maestros deben ver su trabajo como una vocación y que se dediquen a lo que son, para eso se prepararon”. Por último, dijo que “creo que los padres deben ayudarles a ser buenos maestros; antiguamente el papá o mamá respetaba lo que el maestro dijera, pero hoy si el docente llama la atención a un niño el papá se enoja, por lo que creo que los papás deben ayudar a que sus hijos tengan respeto”.
Correo: amlogtz@gmail.com
Ambrocio López Gutiérrez
Periodista y Sociólogo.
Columnista en diversos medios electrónicos e impresos.
Redactor en el equipo de Prensa de la UAT.
Profesor de horario libre en la UAM de Ciencias, Educación y Humanidades.
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