Madrid, (Notimex).- El Monasterio de Uclés en Cuenca, en el conjunto de fortificaciones que tuvo sus orígenes en la dominación musulmana de la Península Ibérica, acogerá el próximo día 23 una rompedora versión de Carmina Burana, cantata escénica del siglo XX compuesta por Carl Orff.

Más de un centenar de músicos y cantantes se darán cita en un concierto que quiere ir más allá de la interpretación musical, tratando de mezclar escenografía e iluminación para hacer un espectáculo único que aborda la obra desde una perspectiva poética.

Luz, signos medievales, poesía visual y palabra digital se unen en esta reinterpretación del clásico que se ha denominado "Carmina Burana – Canciones seculares para cantantes y coros para ser cantadas con instrumentos e imágenes mágicas".

El promotor del espectáculo, Fernando Núñez Rebolo, señaló que este proyecto "tiene motivos afectivos y personales que significan mucho para mí, pero principalmente te pretende adornar la grandiosidad de la imponente figura del Monasterio de Uclés, con una de las obras más importantes e influyentes del siglo XX".

Por ello, añadió, se juntó a más de 100 artistas entre coros, coros infantiles y elenco musical, dirigidos por Luis Carlos Ortiz Izquierdo, con una dotación técnica de iluminación y vídeo en la que colaboran más de 40 técnicos y profesionales bajo la dirección artística y escenográfica de David Pérez.

"Nuestro reto es hacer uno de los mejores espectáculos que van a formar parte de la escenográfica de este curso musical", sostuvo.

David Pérez, director artístico y escenográfico, destacó el reto de llevar al cabo este proyecto en una iglesia, dado que es una obra pagana y que en este caso, el monasterio de Uclés es de culto.

"Hay una dificultad técnica, ya que no hay medios técnicos para trabajar y como espacio escenográfico, el monasterio tiene mucha dificultad", abundó.

También resaltó que es un reto hacer una versión que no fuera solamente musical de Carmina Burana.

Sin embargo, aclaró que "nosotros hemos querido trabajar siendo estrictamente generosos con su propia concepción y hacer un concierto para cantantes, instrumentos, imágenes mágicas, y como peculiaridad estamos trabajando con imágenes diseñadas específicamente para el espectáculo, es un espectáculo para los cinco sentidos".

El director musical, Luis Carlos Ortiz, expuso que "es un envite serio el que vamos a hacer, ya que tenemos que ser fieles a la filosofía inicial del autor y dar vida a ese pensamiento original de la partitura desde nuestra perspectiva".

A medio camino entre Cuenca y Madrid, sobre la ladera de una empinada colina, se alza Uclés, una villa de orígenes celtíberos y romanos que parece anclada en el pasado.

Rodeada por los restos de sus murallas, sus torres, siempre vigilantes, observan inmutables el transcurrir de los siglos.

En la cumbre, sobre un cerro bañado por el río Bedija, con el pueblo desplegándose a sus pies, se levanta el Monasterio de Santiago, un conjunto  monumental extraordinario a la par que majestuoso, al que se llama "El Escorial de La Mancha".

Tras la reconquista del monasterio por los cristianos, fue donado por el Rey de Castilla Alfonso VIII a la Orden de Santiago, el 9 de enero del año 1174, como se recoge en el llamado Tumbo Menor de Castilla.

Una de sus miniaturas muestra la escena de la donación junto a un dibujo del primitivo castillo.