México, (México).- A sus 92 años de edad el actor mexicano Ignacio López Tarso goza de una memoria casi perfecta, no así su personaje: “Andrés”, quien en la obra francesa “El padre” padece Alzheimer.

Para llevarlo a escena, el reconocido histrión debe memorizar un texto de 80 páginas y hallar la interpretación exacta bajo la dirección de Salvador Garcini.

Es un nuevo proyecto al que se liga tras concluir la temporada de “Un Picasso” que hacía a la par de la pieza “Aeroplanos”, al lado de Manuel “El Loco” Valdés.

Nada lo detiene, dice, pues lo que le da vida y entusiasmo es pararse arriba de un escenario para actuar.

“Es una fortuna y un gozo increíble. Estar en un escenario llena totalmente mi vida. Con un buen personaje y bien acompañado no hay nada mejor que eso para disfrutar lo que me quede de vida.

“Porque todos nos vamos a morir, no sabemos cuándo, dónde, ni a qué hora, ni cómo ni por qué, pero te tienes que morir. Sin embargo, mientras tenga vida, salud y pueda hacerlo, estaré aquí”, enfatizó López Tarso.

En conferencia de prensa, el protagonista de películas como “Macario” y “La vida inútil de Pito Pérez”, comentó que no siempre tiene tanta actividad como recientemente le ha ocurrido.

“Pero me encanta estar así porque he trabajado en dos películas y tres obras de teatro. Es como cuando te sirven una mesa bien surtida con sopas, pastas, carnes y postres, como si se tratara de una comida muy sustanciosa y apetecible”, comparó.

De acuerdo con Garcini, “El padre” de Florian Zeller, con la versión para México de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, narra el caso de un hombre de avanzada edad que padece Alzheimer, pero supone que los demás están mal de la memoria y no él.

“Es una obra sumamente moderna y sorprendente. Goza de una estructura dramática insólita y pocas veces antes vista. Su tema es muy profundo porque es humano, son las relaciones humanas en relación al tiempo que sucede en la vida”, explicó.

Indicó que la percepción del mundo cambia a través del personaje principal y en él ocurre todo el universo de las emociones.

“La trama es una continua sorpresa, a veces agradable y en otras alucinante, dolorosa o increíble. Es un mundo fantástico de emociones y creemos que es muy apta para la necesidad emocional que tiene el público mexicano”, apuntó Garcini.

“Es una tragedia muy chistosa, pues empieza cuando acaba la obra. El 90 por ciento de los 15 cuadros que presentamos (una hora 45 minutos sin intermedio) se componen de cosas muy divertidas e ingeniosas, mientras que el resto es tragedia”, añadió López Tarso.

El resto del elenco prefirió no precisar en la psicología de sus personajes, pues advirtió que el público los tendrá que conocer durante el desarrollo de la trama.

“Es una obra muy difícil porque al tiempo que decimos cosas duras provocamos las risas de la gente”, señaló Erika Buenfil, quien encarna a “Ana”, la hija de “Andrés”.

“El padre”, producida por Daniel Gómez Casanova, con las actuaciones de Lisardo, Lucero Lander, Erika Buenfil, Sergio Basáñez y Adriana Nieto, se presentará con funciones de viernes a domingo a partir del 18 de agosto en el Teatro San Jerónimo Independencia.