Guanajuato,(Notimex).- Aunque el cine es su pasión y ha sido parte fundamental de su vida, la reconocida diseñadora de arte, Brigitte Broch ha decidido ser más selectiva con sus proyectos, con el fin de disfrutar de su familia y nietos.

Con varias décadas de experiencia en el mundo del diseño de arte y de producción, la alemana reconoció que aunque no piensa en el retiro, sí considera que es tiempo de hacer un alto para disfrutar de su familia y principalmente de sus pequeñas nietas.

Pocas veces habla de ella; sin embargo, Broch con tan solo hablar de su familia se le ilumina su rostro y confiesa que es una abuela consentidora, "en mi casa mis nietas hacen lo que quieran.

"Creo que en estos momentos para mí lo principal es disfrutarlos, ya pasó el tiempo en el que no podía parar de trabajar porque tenía que mantener una familia, aunque también debo decir que disfruto mucho lo que hago", dijo la alemana en entrevista con Notimex.

Recordó que hace poco rechazó una producción en Sudáfrica, porque no desea alejarse de su familia, además de que el proyecto no le atrajo y aunque era una producción grande tomó la decisión para ella correcta.

"Ya no quise lanzarme a la aventura, quiero proyectos que tengan corazón", comentó.

El trabajo de Broch, lo mismo ha competido por el Oscar que por el Ariel, dándole renombre en el Séptimo Arte y forjando una carrera sólida que la llevado a colaborar en cintas como "Amores perros", "Cronos", "La otra conquista" y "Moulin rouge!", entre otras.

Por esta amplia trayectoria, este 26 de julio será homenajeada en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (Giff) hecho que la tiene feliz, pues es una palmadita a su trabajo y dedicación a lo largo de muchos años.

"Me gusta lo que hago, he sido feliz en esto", expresó la alemana de 73 años, quien está lista para recibir la distinción en el Giff.

Broch recuerda que llegó por azares del destino al cine, "no tenía un ex marido que me diera un apoyo económico, así que tenía que trabajar y fue como llegué a está profesión".

"Tenía que sacar adelante a mi hija, pero así aprendí a amar mi profesión y aunque no tuve estudios en ese ramo, porque no había escuelas, con el día a día he aprendido", dijo.

A su llegada a México, Broch no perdió el tiempo, pues hizo estudios de filosofía, literatura y por supuesto cine, y en 1980 el cineasta Luis Mandoki le dio su oportunidad.

México ha jugado un papel importante en su vida desde hace 49 años, cuando instaló su residencia en la Ciudad de México y aunque ha estado por mucho tiempo en producciones que la mantienen lejos del país, ella siempre regresa.

"No me he salido nunca del país, aquí están mi hija y mis nietas y yo me siento mexicana, por más sangre alemana que tenga yo soy mexicana y vivo lo mismo que cualquier compatriota en esta urbe", expresó.