México, (Notimex).- El Corredor Biológico Chichinautzin permite a los visitantes contemplar el refugio de numerosas especies de flora y fauna que lo conforman, así como manantiales, lagunas y bosques, con muchas dinámicas recreativas y de concientización ecológica.

Son dos los parques nacionales que componen al Corredor Biológico Chichinautzin: El Tepozteco y Las Lagunas de Zempoala, y se encuentra localizado entre el Estado de México, Morelos y la Ciudad de México.

De acuerdo con la página oficial del santuario, dicha área de protección fue decretada así por su elevada permeabilidad, lo que la convierte en una zona de recarga de acuíferos que se explotan en las principales ciudades de Morelos, además de una zona de amortiguamiento para el Valle de Cuernavaca.

En este bello lugar se puede tener la oportunidad de observar linces, pumas, armadillos, musarañas, conejos, tlacuaches y venados cola blanca, así como diferentes clases de insectos, arañas y crustáceos.

También se pueden explorar los cuatro cráteres de tipo pantanoso y las cinco lagunas de Zempoala, además de recorrer admirables senderos boscosos, disfrutar de almuerzos campestres, paseos a caballo y degustar antojitos mexicanos.

Por su parte, las formaciones rocosas del Tepozteco brindan la posibilidad de aventurarse en la escalada en roca y el rappel, entre muchas otras dinámicas recreativas y de concientización ecológica.

Vale la pena comentar que los programas de preservación que actualmente operan en el Corredor Biológico Chichinautzin, contemplan tareas de reforestación en los márgenes de los cuerpos de agua, la estabilización de cauces por medio de microcuencas y el perfeccionamiento de la agricultura orgánica.